Emilio
Ruiz
Su
padre, el fotógrafo alemán Alberto Schommer Koch, era su iniciador, “pero no mi
maestro”, repetía incansablemente Alberto Schommer. “Me considero próximo a los
del grupo AFAL (Agrupación Fotográfica de Almería) porque fueron los primeros
en manifestar que la fotografía era un arte independiente y con más
posibilidades que otras expresiones artísticas antiguas”. AFAL inició su
andadura en 1945, y él se incorporó al movimiento en 1958 para engrosar una larga
lista de ilustres colaboradores, con nombres como José María Artero, Joan
Colom, Gabriel Cualladó, Francisco Gómez, Ramón Masats, Carlos Pérez Siquier, Oriol
Maspons, Ricardo Terré, Julio Ubiña, Francesc Catalá Roca, Gerardo Vielba,
Xavier Miserachs, Leopoldo Pomés, Ramón Bargués, Gonzalo Juanes, o Francisco
Ontañón.
Alberto Schommer (Foto: Abc) |
Ayer,
Alberto Schommer nos dejó para siempre a los 87 años de edad como
consecuencia de un proceso cancerígeno. Nacido en Vitoria en 1928, Schommer
está considerado como uno de los fotógrafos más destacados del panorama
creativo español de las últimas décadas. En 1952 estudió fotografía en Hamburgo
y viajó por toda Europa. El mismo año de su incorporación a AFAL se trasladó a
París para trabajar como fotógrafo de moda de Balenciaga, pero apenas un mes
más tarde volvió a Vitoria a petición de su padre.
En
1965 abrió estudio en Madrid, donde se le relacionó con el colectivo ZAJ, que
agrupaba propuestas vanguardistas del momento. En 1972 publicó la célebre serie Retratos
psicológicos. Sus fotografías se convirtieron en una especie de crónica visual
de la Transición. En
1976 comenzó a colaborar con el diario El País publicando sus series La Iglesia española en
levitación, Grupos políticos y El desmontaje del franquismo.
En 1978 realizó las primeras fotografías oficiales de los reyes, a los que
siguió en sus viajes.
En
1989 el Círculo de Bellas Artes de Madrid organizó una muestra de sus
retratos, que, un año más tarde, itineró al Centre Georges Pompidou de
París. Ese mismo año, la Sociedad Fotográfica de Japón le invitó a
asistir en Tokio a los actos del 150 aniversario del nacimiento de la
fotografía, junto a otros prestigiosos fotógrafos internacionales.
En 1990 Patrimonio Nacional le encargó Ausencias, una visión personal sobre distintos palacios y monasterios, y a partir de esa fecha, trabajó menos en su estudio y se dedicó principalmente a proyectos documentales en forma de libro. En 1996 fue nombrado Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes San Fernando. En 2006 participa en la exposición AFAL 1956–1963. El grupo fotográfico, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), en Sevilla. En 2009 recibió del Ministerio de Cultura