Manuel León
Periodista
El
presidente de Atresmedia TV, José Creuheras, a través de su director de
Comunicación, contactó ayer con la organización agraria Coag para indicar que
“con la finalidad de evitar malestar o posibles malentendidos, al inicio de la
serie Mar de Plástico, que se estrenará este mes, aparecerá un rótulo indicando
que los personajes, sitios y relatos de la serie son ficticios”. Esta es la respuesta del canal de televisión a la carta que remitió
Andrés Góngora a Creuheras, con copia al subdelegado del Gobierno y a la
delegada de la Junta
en Almería, para manifestarle la preocupación del sector agrícola almeriense y
la intención de emprender acciones legales y mediáticas de no respetarse la
imagen de los productores y de la agricultura almeriense.
Una escena de 'Mar de plástico' |
Según Góngora “desde el anuncio del inminente estreno han sido varios
agricultores socios de Coag Almería los que se han dirigido a nosotros
mostrando preocupación y malestar y pidiéndonos que le trasladáramos dicha
situación a los responsables de la cadena de televisión”. Coag expresa que “realizamos un gran esfuerzo de integración social y laboral
de todas las personas que formamos este sector que en los últimos años ha
logado incorporar un gran número de personas procedentes de diversos países que
han encontrando en Almería un sitio no solo para trabajar sino un hogar donde
vivir y prospera”.
Añade Góngora en la carta que “en la actualidad existe una situación de respeto y aceptación de las diferentes culturas y costumbres que esta diversidad ha traído a nuestra tierra y tememos que series como Mar de Plástico puedan generar distorsión de esta realidad así como situaciones de crispación”. Pide Coag que “el proyecto de serie se ciña a la realidad de la provincia pues de no ser así puede realizar un daño en las relaciones sociales y causar un daño económico en los mercados nacionales e internacionales”.
La
serie Mar de Plástico, producida por Boomerang para Atresmedia, tiene previsto
llegar a las pantallas este martes. El pueblo de esta serie de ficción rodada en
el Poniente almeriense se denomina Campoamargo, un territorio que vive de la
agricultura y que se caracteriza por el crisol de culturas. Una noche el
asesinato de una joven sobresalta a la población y riega de sangre uno de los
invernaderos. Se trata de una historia policíaca con tintes de novela negra con
un crimen de fondo.