Emilio
Ruiz
El Congreso
de los Diputados ha celebrado este miércoles el último pleno de la X legislatura. Ni siquiera
en el día del adiós sus señorías han visto adecuado omitir la bronca. Los diputados del
Partido Popular han despedido –por este periodo, esperan- a Mariano Rajoy con una
gran ovación. "Hay aplausos que suenan a marcha fúnebre", ha apostillado
el portavoz del PSOE, Antonio Hernando. Los del PP han llamado “Zapatero” a
Pedro Sánchez –“usted miente más que habla”, ha dicho éste- y a Rosa Díez
("Termina la legislatura igual que la empezó, contando mentiras a los
españoles") le han gritado “vete al PSOE”. “Lo mejor que puede ocurrir a
este país es que ustedes sigan en la oposición”, ha deseado Rajoy. En fin, lo
más normal.
Almería
ha tenido en esta legislatura ocho diputados, cuatro del Partido Popular y
otros cuatro del Partido Socialista. No, no es que ambos partidos sacaran el
mismo número de escaños en las elecciones generales de 2011. El PP obtuvo cuatro (Rafael
Hernando, Mari Carmen Navarro, Juan José Matarí y Jesús Caicedo), por tan solo
dos el PSOE (Consuelo Rumí y Luis López). Pero el escaño del exalcalde de Vélez-Rubio ha
tenido dos sucesores: Gracia Fernández, que ha pasado a ser delegada provincial de Salud, y Antonio López Olmo, que ha cerrado la legislatura.
"La crisis y la corrupción han creado un ambiente de desconfianza hacia todo el que se mueva en las inmediaciones de las instituciones públicas"
¿Se
puede hacer un balance positivo del trabajo de nuestros representantes en la
cámara baja? Si la pregunta se le formula a los interesados o a sus partidos,
la respuesta va a ser positiva. Si se le formula a la ciudadanía en general,
tal vez la respuesta sea distinta. La crisis y la corrupción han creado un ambiente de
desconfianza hacia todo el que se mueva en las inmediaciones de las
instituciones públicas, sin distinción alguna. Es injusto, pero es lo que hay.
Si
hacemos un recorrido por los nombres que nos han representado en la cámara baja
en esta legislatura, obligado es detenerse en la figura de Rafael Hernando. El
portavoz del PP es lo que peyorativamente se califica como un paracaidista, un
diputado que representa a Almería pero que es ajeno a Almería. La historia política
de nuestra provincia está repleta de diputados paracaidistas, tanto de un
partido como de otro. Recordemos en el PSOE a Juan de Dios Ramírez Heredia y a
Cristina Narbona. El actual presidente de Unión Romaní se entregó en cuerpo y alma a
esta provincia. La actual consejera del Consejo de Seguridad Nuclear, por el contrario, nos dejó la pesada herencia del
Algarrobico. Hernando se implicó desde el primer momento con esta tierra,
adquiriendo un compromiso y desarrollando una actividad que también nos hubiera
gustado ver en otros diputados nativos de Almería. No deben doler prendas en
reconocerlo.
"Una de las incógnitas que se presenta es si Arenas va a renunciar a su acta de diputado por Almería del Parlamento de Andalucía para ser candidato al Congreso"
Una
de las incógnitas que se presenta estos días es si Javier Arenas va a renunciar
a su acta de diputado por Almería del Parlamento de Andalucía para ser candidato
al Congreso por ésta u otra provincia. Este miércoles Carlos Herrera se lo ha preguntado. “Estoy a lo que
diga Rajoy”, ha contestado. Pues nada, esperemos. Cuántas cosas debe llevar Rajoy en la cabeza.