Kayros
Periodista
Según
informa María Victoria Revilla, el alcalde certifica la “defunción” de la
apertura de El Corte Inglés en esta ciudad. Este proyecto, largo tiempo ansiado,
representa la esperanza blanca del PP de cara a sus electores. La burguesía
almeriense, incapaz de poder competir con los ricos que van a Paris y a Londres
a vestirse elegante, sueña al menos con unos grandes almacenes al estilo de los
Murcia y el Ejido.
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| El Corte Inglés |
A lo que parece, según van las cosas, el destino de algunos
centros educativos de gran tradición en la ciudad suele ser por desgracia
transformarse en bancos o en grandes naves comerciales. La Salle de Almería no iba a
ser menos. Sin embargo tampoco podemos decir que las instalaciones se estén
precipitando, en palabras de Rodríguez-Comendador: “Lo último que hablamos fue
hace año y medio. Nos comunicaron que paraban sus políticas de expansión a
excepción de Madrid, donde habían comprado el solar de la Castellana para hacer
la tienda más grande del mundo”. De esta guisa ni la aprobación del Plan
General de Ordenación Urbana (PGOU) parecen animar a los prebostes de El Cortes
Inglés para venir a instalarse en Almería.
Estamos viviendo en estos momentos
la frustración del tren en esta sufridora provincia. No me gustaría que en la
lista de promesas que pudieron cumplirse (pero que no se cumplen) estuviera
también El Corte Inglés, y como aquí casi todo se reduce a una pelea permanente
entre la derecha y la izquierda para excusarse unos y otros, a ver si
recordamos que la parálisis viene del año 2005 cuando el alcalde, los frailes
de la Salle y
el responsable de la empresa firmaron el acuerdo definitivo del solar.
Entraba
en los cálculos de los dirigentes abrir al público en 2008. Sin embargo estamos
en el 2015 y nadie sabe cuándo se abrirán las puertas del soñado edificio Ni
con el dinero fresco de los jeques que han entrado en el grupo empresarial
parece que se alivian las turbulencias de la crisis. A ver qué se inventa este
alcalde tal como ha hecho con el tren de Granada a Madrid previa paliza de
autobús. Me temo que estas navidades, después de votar como manda Rajoy, muchas
señoras tendrán que viajar a Murcia para comprarse las novedades de invierno.
