Juan Torrijos
Periodista
Las
caras nuevas en política siempre son bienvenidas, a la espera de que algún día
puedan ser admiradas. Acaba de presentar un libro el periodista almeriense
Carlos Santos con historias sobre la transición española, y destaca en ellas
aquellos tiempos en el que los ciudadanos no sólo respetábamos a los políticos,
se les admiraba y hasta se les quería.
Los
nuevos, como es el caso de Eva García, son como un rayo de luz en el oscuro
presente político que nos rodea en Almería. Por lo que hay que desearle a la
nueva cara de C’s suerte ante los retos que se le van a presentar. No es el
momento para analizar el porqué los políticos han perdido nuestra admiración y
respeto. Creo que es conocido de sobra por los ciudadanos y los interesados,
pues han sido ellos los que han puesto los mimbres que han llevado al personal
a esa situación.
Pero
no está de más que los nuevos que llegan no lo hagan con equívocos hacia el
personal que los tiene que votar algún día. Dice doña Eva que el partido de
Albert Rivera en Almería llega sin mochila y sin pasado. Cierto que a usted no
se le conoce pasado político, por lo que mientras no se demuestre lo contrario
su mochila estará vacía.
No
es el caso del hombre al que usted ha sustituido, que ha llegado al partido de
Rivera con pasado político y con mochila que se podría y se debería investigar.
Si empieza su carrera política con medias verdades, sin reconocer lo evidente,
defendiendo al partido como si no tuvieran garbanzos más o menos negros mal
vemos su futuro.
Cierto
que los partidos en sí no son corruptos, lo son algunos sus militantes. Pero
supongo que las mochilas de sus miembros son sus mochilas y que el pasado de
esos miembros forma parte del pasado de ese partido. Y si quiere dejar sin
pasado y sin mochila a C´s algunos de sus militantes con cargo público, y no
sólo en la capital, deberían dejar el partido.