Periodista
Una vez más aparecen en Almería refulgentes y
épicos relatos que adornan la gesta de grandes avances en infraestructuras. En
esta ocasión no se halló el proceso para la fusión fría ni la
teletransportación o la hípervelocidad intergaláctica. Hemos construido una
autovía entre Almería y Málaga que discurre por un entorno dificultoso,
abrupto, agreste… y hemos tardado veinticinco años.
Sin duda, me satisface este logro y no
desmerezco los esfuerzos técnicos y económicos para su consecución. Esta
autovía era tremendamente necesaria y abre nuevas esperanzas para el
desarrollo. Ahora bien, rechazo toda suerte de aditamentos accesorios y
exculpatorios para justificar un retraso que nos ha sumido, una vez más, en una
demora que nos ha hecho perder oportunidades que otros aprovecharon con la
ventaja que proporcionan las facilidades de comunicación.
Ya sé que la orografía ha sido un obstáculo,
pero los ingenieros que acaban de culminar el nuevo Canal de Panamá son también
españoles, como lo son los de la A-7, y no hay color en magnitud y dificultad
entre una cosa y otra.
Autovía de Málaga |
En 1969 (hace 46 años) el Apolo XI llevó al
Hombre a la Luna; por tanto, es de esperar que tamaña conquista no nos detenga
ante un viaducto o un túnel por lo muy accidentado del terreno que tampoco es
el Himalaya. A continuación, vean algunos ejemplos: De 1931 a 1936 (con dos
años de adelanto) se construyó la Presa Hoover que enriqueció a California y
dio origen a la espectacular Las Vegas; en 1906 se enlazó Suiza e Italia a
través de los Alpes con el Túnel Simplón; en 1914 se construyó el Canal de
Panamá; desde 1986 a 1994 (¡ocho años!) se comunicó Francia con Gran Bretaña
con un túnel (Eurotunnel) que discurre por debajo del mar… Todas estas obras y
gestas se realizaron en un tiempo menor que el empleado en la autovía de
Almería-Málaga (25 años). Y conste que sólo referencio tiempos y grandes obras;
sobre la voluntad política, es otra historia.
¡Es un día histórico! Y ya lo creo. Todos los
días son históricos para Almería, porque abordamos un futuro de logros que
están por llegar y, en el mejor de los casos, lo que para otros es pretérito
perfecto para nosotros en un futuro incierto. No lo olviden. Una excelente autovía sirve
para llegar pronto o para salir rápido en busca de mejores opciones.
“Ahora, con un aeropuerto internacional a
menos de dos horas tendremos grandes facilidades de comunicación”. Pero, ¿acaso
el Aeropuerto de Almeria no es también internacional? Además, con un puerto
integrado en la ciudad y con distribución racional, tendremos acceso a una
amplia oferta de cruceros… O sea, podremos comprender que el envidiable avance
de Málaga es fruto de una gestión que ha convertido a la vecina capital en una
indiscutible potencia que aprovechó su pujanza social y económica para
modernizarse y competir con AVE, autovías, aeropuerto, puerto, etc.
"El mismo día que se inaugura la A-7 busco vuelos a Madrid y encuentro la siguiente “oferta”: ida 11/10/15 y vuelta 13/10/15, Vueling ¡seiscientos veintinueve euros!"
El mismo día que se inaugura la A-7 busco
vuelos a Madrid y encuentro la siguiente “oferta”: ida 11/10/15 y vuelta
13/10/15, Vueling ¡seiscientos veintinueve euros! Y también, el mismo día, se
imprime en La Voz una denuncia por contaminación en el puerto de Almería
(granel a la intemperie, polvo contaminante, chatarras…). Y, de momento, no hay
eco mediático sobre las declaraciones de Trinidad Cabeo, presidenta de la
Autoridad Portuaria: “La viabilidad de Minas de Alquife sólo se contempla desde
el transporte del mineral hasta el puerto (…)”. Así, con estas expectativas de
futuro, es difícil -imposible- un decoroso desarrollo.
La dificultad esencial no radica tanto en los
retos impuestos a la ingeniería material; el verdadero problema radica en los
gestores políticos mediocres y serviles. Ellos son el verdadero hito… y mojón
histórico.