Javier
Salvador
Editor
de Teleprensa
¿Saben
que nunca un almeriense ha sido número uno de las listas por el Partido
Popular? Y casi ni de dos. Digo uno de aquí, uno que trabajase en la provincia
antes de dedicarse a la política, que tuviese en Almería su residencia
habitual. Alcanzo a recordar hasta la III Legislatura
del 86, con Manuel Arqueros, abogado de Banesto que tenía su trabajo, familia y
vivienda en Madrid, y su principal residencia en Almería era en una habitación
del hotel Torreluz. Fue número uno desde que quiso hasta que lo jubilaron
forzosamente y terminó como terminan todos con el PP en esta provincia, a
leches por no decir a ostias.
"Beatriz Pérez (mujer de Matarí), era teniente de alcalde con Sepúlveda, el ex marido de Ana Mato, y en un pueblo de Madrid" (Foto: cotilleando.com) |
A éste lo sustituyó Rafael Hernando que venía de
ser senador por Guadalajara y a quien le dieron la opción de Almería o Teruel.
En aquellas elecciones si hubiese elegido Teruel no habría obtenido acta. Fue
número dos de Arqueros hasta que éste cayó en desgracia y él subió, dando la
posibilidad de entrada a Juan José Matarí, de Abla, pero que ha vivido allí
donde lo ha hecho Javier Arenas porque en política ha sido básicamente su jefe
de gabinete, el brazo derecho de Arenas. Su vinculación con Almería es tan
estrecha que su esposa, Beatriz Pérez, era teniente de alcalde con Sepúlveda, el
ex marido de Ana Mato, y en un pueblo de Madrid. Y con estas relaciones no es
de extrañar que la Policía
les vinculase finalmente con la trama Gürtel por un
viaje a Disney que los investigadores afirmaron que pagaron las
empresas señaladas en uno de los mayores escándalos que ha sacudido al PP en
los últimos años.
El hecho es que la vinculación de nuestros diputados ha sido
tan poca con Almería que hasta la mujer de Rafael Hernando, mientras lo fue, también
prefirió una concejalía por Madrid en vez de Almería, señal inequívoca de dónde
tiene su residencia e intereses diarios.
"Cuando escucho a Juama Moreno, presidente del PP Andaluz, decir lo de un hombre un cargo o sus deseos de renovación, me dan hasta sofocos"
Si
no tenemos de número uno por Almería a Rafael Hernando porque sea presentado en
Madrid o en algún lugar donde su imagen ahora arrastre algo de votos, nos
pondrán a Javier Arenas, y esto tiene su gracia. Arenas nunca ha sido un gran
defensor del guadalajareño, que jugó en el bando de los díscolos en el congreso
de Valencia, pero como buen superviviente consiguió reponerse hasta llegar a su
máxima ocupación orgánica en el PP tras haber sustituido al brabucón Miguel
Ángel Rodríguez como coordinador de Comunicación del PP en los últimos momentos
de la era Aznar. Ahora como portavoz parlamentario no hay quien le tosa.
Pero
a día de hoy es Arenas el que está en horas bajas. Pese a haber sido presidente
del PP Andaluz, parlamentario, senador y diputado por Sevilla, ahora no podría
optar a encabezar una lista por esa provincia y sabe que uno de los pocos
lugares o casi el único en el que no pondrán el grito en el cielo es Almería.
Aquí, además, aún tienen la esperanza de ser el partido más votado, pero a la
chita callando, entre lo que le quita Ciudadanos y que el PSOE presenta una
candidata de verdadera renovación, puede que se lleven un buen pescozón por
creerse que esto es un invernadero del anciano presidente del PP de Almería, y
de la Diputación
y también alcalde de Roquetas, Gabriel Amat, en el que él impone su propia ley
al estilo de la ficticia Mar de Plástico.
Así
que cuando escucho a Juama Moreno, presidente del PP Andaluz, decir lo de un
hombre un cargo o sus deseos de renovación, me dan hasta sofocos. Para que él
lo sepa. Lo más cerca que ha estado un almeriense de encabezar la lista al
Congreso de los Diputados por el Partido Popular fue en la IV legislatura, una antes de
que llegase Hernando en la que un tal Antonio Sáez fue número dos, y ya ha
llovido de aquello.