Cavilaciones sobre el futuro de la prensa de papel

Emilio Ruiz

La crisis que está afectando de forma tan cruel a la prensa de papel tiene carácter irreversible a juzgar por las cifras oficiales de la evolución de la difusión. Este pasado mes de octubre, que es el último del que la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) ha ofrecido datos, marca el camino de una situación tan poco deseada como cercana: el inevitable cierre de cabeceras de difusión endeble, que mantenerlas en los kioscos es más bien un acto de heroísmo que de rentabilidad económica.

El futuro de la prensa de papel se ha convertido hoy en tema de debate permanente. Hasta hace tan solo unos años se afirmaba de forma categórica que los diarios de papel nunca, nunca, desaparecerán. Hoy, esa apreciación es cada vez más matizada, cuando no puesta en duda. La caída de la difusión de la mayoría de los periódicos parece no hallar nunca el límite. A  un dato pobre le sucede otro aún más pobre, y a éste, otro que lo es más.

"La mayoría de los periódicos de difusión nacional cada día se parecen más entre sí"

De los muchos artículos que he podido leer sobre este tema, hace un par de años me encontré con uno –lamento no recordar su autor ni el lugar donde lo leí- con el que me identifiqué. Venía a decir que es inviable mantener la distribución por toda la geografía española de una cabecera que vende unas pocas decenas de miles de ejemplares. El autor consideraba que los periódicos diarios de difusión nacional tenían los días contados, si bien establecía un periodo inmediato de fusión de cabeceras con afinidad ideológica. Desde entonces han sido constantes los rumores de fusión de El Mundo y Abc, y también de éstos con La Razón; de Expansión y Cinco Días; de Marca y As; de La Vanguardia y El Periódico... La mayoría de los periódicos de difusión nacional cada día se parecen más entre sí. Los dos deportivos de Madrid parecen una fotocopia el uno del otro. Incluso los periódicos fundados por Juan Luis Cebrián y Pedro J. Ramírez, tradicionalmente situados en las antípodas, cada día parecen más gemelos.

Periódicos andaluces
Este autor al que hago referencia, en cambio, preveía larga vida a los periódicos provinciales, los únicos con capacidad de sobrevivir, decía. Ciertamente, si se analizan los datos de difusión que mensualmente proporciona la OJD, los periódicos de carácter local-provincial están resistiendo mucho mejor la crisis que los de difusión regional o nacional. No todos, pero sí las cabeceras con cierto arraigo en sus lugares tradicionales de difusión. Es de destacar, a este respecto, que el periódico decano de la prensa almeriense, La Voz de Almería, en el último año, según datos ofrecidos por OJD, no solo no ha disminuido su difusión, sino que la ha aumentado en algo más de un tres por ciento.

"Los periódicos locales son los únicos con capacidad de hacer llegar al lector la realidad cercana sin que ésta previamente haya sido tratada por otros medios"

¿Por qué esa confianza en el futuro de la prensa provincial, según el olvidado autor al que tanto me estoy refiriendo en este artículo? Considera que los periódicos locales son los únicos con capacidad de hacer llegar al lector la realidad cercana sin que ésta previamente haya sido tratada por otros medios.

Uno de los aspectos de la revolución comunicativa de los últimos tiempos se llama prensa digital. Los periódicos de papel de difusión nacional han sido absorbidos o equiparados en cuanto a la calidad de sus noticias o de sus artículos por los periódicos que solamente utilizan la red para llegar a sus lectores. El Confidencial, por ejemplo, que solo se edita en formato digital, no tiene nada que envidiar a periódicos de tanta solera como El País o El Mundo, que se editan en los dos formatos.

"Mantener un chiringuito informativo es muy sencillo. De hecho, cada periodista que se acoge a un ERE, a renglón seguido monta su propio periodicucho digital"

Mantener en la red un periódico de ámbito nacional no es tarea fácil. Mantener un chiringuito informativo es muy sencillo. De hecho, cada periodista que se acoge a un ERE, a renglón seguido monta su propio periodicucho digital. Pero son, éstos, medios intrascendentes que se dedican a propagar despachos de agencia que se repiten en modo y forma en mil y un medios. Cuando hablo de la dificultad de mantener un medio nacional me refiero a un periódico digital con identidad propia (con sus propias exclusivas, con una redacción dotada, con un cuadro de colaboradores de prestigio, etc.), Una vez que la difusión por la red deje de ser una novedad, todos esos 'juguetes' del ‘corta y pega’ dormirán el sueño de los justos.

Ahora bien, si mantener un digno medio digital de interés nacional es tarea difícil, no les menos mantener un medio de carácter local o provincial. La novedad digital también ha encontrado acomodo a este nivel, y los medios provinciales se cuentan por decenas, independientemente de que la provincia sea más grande o más pequeña. Pero generalmente son proyectos de escasa consistencia que prácticamente se limitan a reproducir en la pantalla lo que los gabinetes de prensa les remiten o lo que pueden cazar en otros medios. También con el paso del tiempo desaparecerán la mayoría de estos chiringuitos informativos locales para reducir su dimensión a un par de ellos.

Volviendo a la situación de la prensa local de papel, recuerdo una larga conversación que meses atrás mantuve con el periodista y empresario de la comunicación José Luis Martínez. El editor de La Voz de Almería –sustituido, ahora, en esa función por su hija- tiene tras sí una extensa experiencia, no solo como periodista de a pie, sino como promotor y organizador de medios tanto en España como en Sudamérica. Me sorprendió su visión del futuro de los medios. Y me sorprendió también su insistencia en que le ofreciera mi apreciación al respecto. “No sé”, me dije, “por qué tanta insistencia en conocer la opinión de quien en estos temas no es más que un simple aficionado”. Pronto salí de dudas: este hombre quiere saber qué opinan de sus medios, o de los medios cercanos en general, quienes no están viciados por la profesionalidad y el interés personal.

"El único consejo que le daría a un director de un diario local es que cada mañana intente sorprender a los lectores desde la portada del periódico”

En esa conversación, el sagaz José Luis Martínez, primero me subió a los altares –“me gustan tus artículos porque siempre aportas datos”-, y después, me lanzó el órdago: “Tú, ¿qué consejo le darías al director de mi periódico?”. “Yo, a Pedro Manuel, el único consejo que le podría dar es que debiera aconsejarme en la redacción de mis artículos para poder hacerlo igual que él; pero, ya puestos, le daría uno: que cada mañana intente sorprender a los lectores desde la portada del periódico”.

"Un periódico local abría edición con un titular que decía algo así como “Almendros en flor”. Si yo fuese jefe de ese director, mañana estaba cesado”

Crecido, como estaba –como estaba yo, digo-, tomé en mis manos los dos diarios provinciales que teníamos al lado, el suyo y otro. Me detuve en la portada del otro. Creo que abría la edición con un titular que decía algo así como “Almendros en flor”. “Si yo fuese jefe de este director, mañana estaba cesado”, le dije. Creo que asintió.

Me parece que recurro una vez más al autor de referencia para recodar que, según él, la razón de la existencia de un medio local estriba, primero, en despertar el interés del lector desde la propia portada del medio. Al ojear la portada de un periódico no hay que exclamar un "Ya lo sé", sino un "¿Ehhhh?". Segundo, a las noticias de carácter nacional hay que reservarle un papel residual. Tercero, las informaciones rutinarias -ruedas de prensa, comunicados, desarrollo de actos o acontecimientos programados...- hay que darle un tratamiento secundario, pues de eso ya han informado los medios más inmediatos.

"La actualidad de los barrios, de los pueblos, de las aldeas, tiene que tener una presencia viva en las páginas del periódico"

Cuarto, la información de lo cercano es la esencia del medio. Quinto, hay que informar preferentemente de lo que los demás no saben, no quieren o no pueden informar. Sexto, hay que huir de grandes despliegues, excepto que se trate de asuntos excepcionales. Séptimo, la actualidad de los barrios, de los pueblos, de las aldeas, tiene que tener una presencia viva en las páginas del periódico. Y séptimo (hay más, pero por algún lado hay que cortar): capítulo de artículos de opinión. Hago mención aparte.

"La esencia de un medio local tiene una doble vertiente: el tratamiento de lo cercano y el apoyo del comentario"

La esencia de un medio local tiene una doble vertiente: el tratamiento de lo cercano y el apoyo del comentario. Todos los periódicos -los locales también- tienen acceso a artículos de opinión de firmas nacionales. Estas mismas firmas se repiten en los medios digitales. El interés en su uso debe limitarse a cubrir carencias cercanas. La presencia de un colaborador local en un medio local no es para dilucidar sobre cuestiones de ámbito nacional o internacional, sino para ofrecer una una visión de lo que acontece aquí.