Emilio
Ruiz
El
Boletín Oficial del Estado ha publicado este miércoles las candidaturas a las
elecciones del 20-D. A Almería le corresponden seis diputados. Ahora el PP tiene
cuatro y el PSOE, dos. No hace falta ser un experto en estudios demoscópicos
para asegurar que, salvo hecatombe, se puede dar por hecho que tienen plaza
asegurada en la cámara baja Sonia Ferrer Tesoro y Juan Jiménez Tortosa, del
Partido Socialista, y Rafael Hernando y Juan José Matarí, del Partido Popular.
Para los otros dos escaños hay cuatro candidatos con opciones: Isabel Arévalo
(PSOE), Eloísa Cabrera (PP), Diego Clemente (C’s) y David Bravo (Podemos). No
creo que pase por la imaginación del PP la posibilidad de conservar los cuatro
diputados que tiene ahora. Si en estas elecciones se repitieran los resultados
de las autonómicas el reparto sería de tres escaños para el PP y tres para el
PSOE. Pero, como se sabe, la orientación del voto almeriense en unas elecciones
generales suele ser distinta del de unas elecciones autonómicas.
David Bravo |
Esta
campaña se presenta bastante animada. Los dos escaños en disputa requieren de
PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos un
considerable esfuerzo si quieren recoger cosecha. Ciudadanos parte con ventaja
sobre Podemos por el extraño movimiento que ha realizado la formación de Pablo
Iglesias para configurar su candidatura. La elección de su número uno disminuye
bastante la esperanza de conseguir un escaño. Y no, como se ha dicho, porque
David Bravo sea sevillano, si bien es verdad que siempre le arrastra a uno la
curiosidad de saber cómo hubieran reaccionado en Sevilla en un supuesto
inverso, es decir, que les mandáramos un paracaidista almeriense. Tal vez no
reaccionarían de ninguna manera porque el supuesto es, sencillamente,
imposible.
El
problema de la elección de David Bravo tiene al menos dos vertientes. Una, que
es una persona que no tiene ni la más remota idea de la realidad de Almería. No
la conoce ni como turista. Y dos, que el mismo David Bravo ha manifestado que
su escaño no es para representar los intereses de Almería, sino para defender
asuntos relacionados con la Propiedad Intelectual y el software libre.
Vaya, no somos capaces de arreglar Almería y queremos, desde aquí, arreglar el
mundo. “Mi caso es especial –ha dicho el interesado- porque lo que vengo a
aportar son cuestiones sectoriales que no tienen raíces en lo
local sino que afectan al conjunto del Estado”.
Por
si no fuera suficiente, la explicación dada por Teresa Rodríguez, secretaria
general de Podemos en Andalucía, es casi humorística: “Vive cerca”, dice. Pues
sí, será si no viene en tren.