Juan
Folío
Nicasio
Marín, el concejal del Partido Popular del Ayuntamiento de Almería, que abandonó
todas sus responsabilidades en el equipo de Gobierno de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador,
para quedarse como un concejal raso, ni ha dejado su acta de concejal ni piensa
dejarla.
En
unas declaraciones realizadas al periódico digital en el que habitualmente
publica sus artículos culinarios, noticiasdealmeria.com, el expresidentes del
Sindicado Médico insiste en que “ni Luis Rogelio, ni nadie de su entorno, me ha
sugerido en ningún momento que deje el acta de concejal”.
Nicasio Marín |
Marín
dice que con el único dirigente del PP que habló en su momento fue con el
presidente provincial, Gabriel Amat, y éste, tras una hora de charla en la que
puso a su disposición el acta de concejal, le pidió que siguiera “porque va a
hacer falta mucha ayuda” ya que “la cosa está muy complicada”.
Según
se ha publicado, Marín habría sido invitado de nuevo a dejar su acta de
concejal coincidiendo con el momento en que lo haga Luis Rogelio. “No soy
tándem del alcalde, y si él decide irse, que se vaya… a mi no me arrastra el
efecto Luis Rogelio”, ha manifestado al periódico que dirige Rafael M. Martos. “La
decisión es mía y el tiempo es mío. La legitimidad se tiene por las urnas, y la
legitimidad la tengo yo con mi nombre y mis apellidos desde mayo, y yo no fui a
pedirlo, que vinieron a buscarme para pedirme que fuera en la candidatura”.
Marín
no se queda ahí. Parece que tenía ganas de hablar y ha hablado: “Debe haber
algún grupo al que le resulto incómodo”. Asegura que es cierto que tiene algunas
diferencias con ciertas personas “fundamentalmente porque no soy partidario de
las imposiciones digitales, ni de pasar la mano por el lomo de nadie; mi
actitud es observar rigurosamente los procedimientos democráticos y los
principios, y soy partidario de tener un diálogo fluido con Ciudadanos, y con
Izquierda Unida, y con el PSOE, y lo hago cada viernes en la Junta de Gobierno”.
Y
remata: “No estoy en la inercia de quien gobierna con ocho años de mayorías
absolutas, y es que la aritmética actual es la que es, y hay que dejarse de
egos y de soberbia localista”.