Juan
Torrijos
Periodista
Gabriel
Amat está siendo el político almeriense más perseguido, espiado, investigado y
diría que hasta acosado por medios, oposición y por asociaciones que se han
creado para su caída. Pero ahí lo tienen ustedes, aguantando como los buenos
maestros a todos y cada uno de los morlacos que salen por la llamada puerta de
los sustos. ¿Alguno lo corneará?
Gabriel Amat |
Él manifiesta sentirse tranquilo y seguro ante
lo que viene haciendo en su vida pública. Si él lo dice... El último
aparecido lleva sobre el negro lomo el suelo que el PGOU de la capital quiere
recalificar en la Cuesta
de Los Callejones y que se dice estaría en manos (presuntamente) de una empresa
en la que participa Gabriel Amat.
"La historia del PGOU de la capital se ha convertido en un pantanal con las arenas cada día más movedizas entre Ayuntamiento y Junta"
La historia parece que viene de lejos, pues
se habla de unos terrenos comprados hace más de 10 años y que desde aquellas
fechas, más o menos, viene intentando recalificar el Ayuntamiento. El
Ayuntamiento intentando y la
Junta renunciando. La historia del PGOU de la capital se ha
convertido en un pantanal con las arenas cada día más movedizas entre
Ayuntamiento y Junta. Es una alegría comprobar lo mucho que les preocupa el
desarrollo y el futuro de la ciudad.
Volviendo al mundo taurino de don Gabriel, son tantos los toros que lo persiguen y acosan que lo sorprendente es que hasta el momento ninguno le haya rozado lo más mínimo con el finísimo pitón. Suerte hay que tener en la vida, es cierto, y al señor Amat parece acompañarle. Denuncias viene teniendo desde hace más de 20 años y hasta ahora con el capote les ha sabido dar una salida satisfactoria. En más de una y dos veces se ha dicho que de ésta no salía vivo (políticamente), que ahora la justicia lo tenía bien “trincao”.
"Todo apunta a que tampoco va a ser en esta ocasión cuando el toro lo empitone"
Pues tampoco era
esa vez. Había que seguir esperando. Y así llevamos 20 años entre Roquetas y
Almería. El último affaire conocido no aparenta ser muy peligroso para su carrera
política si es que los terrenos son de una empresa en la que participa, que él
niega. Con no recalificarlos por parte del Ayuntamiento o de la Junta se acaba la historia.
La cuestión económica se le puede resentir, pero no creo yo que a estas alturas
del partido le vaya a preocupar unos millones al señor Amat. Todo apunta a que
tampoco va a ser en esta ocasión cuando el toro lo empitone. Habrá que seguir
esperando la salida de otro morlaco.