Una cerilla en el PP de Almería

Javier Salvador
Editor de Teleprensa

Luis Rogelio Rodríguez-Comendador Pérez ha puesto fin a su largo periodo como primer regidor de la ciudad de Almería. Corresponde ahora a los analistas políticos hacer un balance de su gestión. El primero que lo ha hecho es Javier Salvador, editor de teleprensa.es, y no precisamente con una conclusión positiva ni para el alcalde saliente ni para el entrante. Reproducimos dicho artículo:

Saliente y entrante
Con 32 años es muy fácil creer, asumir y convencerse de todo lo que un ejército de aduladores te susurra al oído para que, sencillamente, les dejes seguir viviendo, comiendo, pero en política eso tiene, además, un peligro paralelo y es que, en épocas de vacas flacas, todos se saben mejor que el de al lado y con el mismo derecho a cobrar lo mismo que el que más.

"Todo se ha ido posponiendo: el AVE, puerto ciudad, remedios a las inundaciones de cada año, limpieza de las calles, recuperación real del caso histórico, limar la desigualdad con los barrios..."

La situación que vive Almería no es la mejor para asumir la alcaldía de la ciudad, un reto que por otro lado puede ser apasionante y un trampolín hacia el infinito, pero sobre todo una ratonera en la que quedar atrapado para siempre porque la vida es muy larga, y es imposible contentar a todos. En catorce años todo se ha ido posponiendo: el ave, puerto ciudad, remedios a las inundaciones de cada año, limpieza de las calles, recuperación real del caso histórico, limar la desigualdad con los barrios y así hasta completar una larga lista que ha servido a todos los partidos para hacer su programa electoral sin más trabajo que cambiarles la fecha.

Nos pongamos como nos pongamos, en Almería no se han hecho más obras de importancia en los últimos años que La Rambla, el auditorio Maestro Padilla, la Ciudad de la Justicia, el Estadio de Los Juegos del Mediterráneo o El Toyo y ninguna de ellas han sido proyectadas o ejecutadas por el antecesor de Fernández Pacheco. Y ojo, si como logro ponen encima de la mesa las obras de alcantarillado y urbanización de Retamar, ya le presento yo a un par de exiliados que le van a contar lo que aquello costó de verdad.

Almería tiene aparcamientos subterráneos como no los ha tenido nunca, pero merecen capítulo aparte, aunque ni tan siquiera hay que hablar de las obras o de los procesos de adjudicación, basta con preguntar por la rentabilidad de cada uno de ellos, por lo que han aportado a la ciudad además de deudas ingentes.

"Se habrán hecho cosas bien, y no seré yo quien las niegue, pero el problema es que sencillamente no las conozco, ni nadie"

Se habrán hecho cosas bien, y no seré yo quien las niegue, pero el problema es que sencillamente no las conozco, ni nadie. En los últimos años sencillamente no hemos evolucionado al ritmo de otras ciudades. Se ha embellecido el centro por fuera, maquillando las calles, pero sin hurgar dentro para saber por qué no funciona comercialmente como en cualquier otro lugar.

Como en todas las ciudades de España vivimos ante el mayor auge de nuestra historia de la hostelería, pero nosotros, que inventamos la tapa, no hemos sabido articular el modelo de tal forma que vecinos y establecimientos sean capaces de convivir en un entorno que genere oportunidades para ambos, de negocio para unos y para otros, porque si una zona comercial y de ocio está bien implementada en su entorno generará riqueza para los que explotan comercios y para quienes ven cómo aumenta el valor de sus viviendas. En Almería, hoy, nadie es capaz de vender un piso si está encima de un bar o una discoteca.

"A quien ocupará el sillón de primer edil no se le conoce ningún pasaje brillante en su actividad profesional"

De todos los concejales que hay en el equipo de Gobierno, quien precisamente ocupará el sillón de primer edil es prácticamente el más nuevo de todos. No se le conoce ningún pasaje brillante en su actividad profesional, y eso no quiere decir que no lo tenga, que a los 32 años se pueden haber hecho muchas cosas y visto mucho mundo, pero no se conocen entre otras cosas porque una de las prácticas de su anterior jefe era intentar hacer desaparecer los medios incómodos, algo que obviamente no ha conseguido.

Entre los que quedan a su cargo la mayor parte eran incondicionales de Luisro, pero eso no quiere decir que lo vayan ser de él, y mucho menos cuando desde fuera empiecen a reclamarle todas las deudas políticas que Comendador ha dejado en el camino de su marcha a Madrid.

Dicho esto y atendiendo al panorama que asume, el inminente alcalde de la ciudad es lo más parecido a una cerilla política, un cebo puesto ahí para que se queme pronto, al primer roce y a partir de ahí dar entrada al lado oscuro como mal menor disponible. Y no, a éste no le van a dar ni 100 días de reposo como encima de todo el PP no gobierne a partir del 20D.