Juan Torrijos
Periodista
Los
datos que nos ha ofrecido La Voz
de Almería no deja lugar a dudas: los almerienses suspenden categóricamente al
Gobierno de Madrid en cuanto a su relación con Almería. Entre los que la
puntúan mal y muy mal superan el cincuenta por ciento, el treinta y siete se
queda en un triste regular, el bien supera el diez y el muy bien no llega al
dos ciento.
Mariano Rajoy |
Almería se siente ninguneada por el Gobierno del PP en Madrid y
manifiesta claramente que Rajoy en estos cuatro años de legislatura no ha
levantado un dedo para acabar con los problemas que tiene nuestra provincia.
Empezando por el eterno del agua, que de nuevo vuelve a asomar los cauces secos
de algunos regantes.
"Algunos avisan de que dentro de 50 años Almería será un desierto. ¿Más todavía?"
En la encuesta se analizan estos últimos cuatro años, pero
si miramos los anteriores, los de Zapatero, tampoco tenemos los almerienses
ilusiones que llevarnos a la cartera. Y vuelvo al tema del agua, porque de
ella, nos pongamos o no una venda en los ojos, depende el futuro económico de
la provincia. Algunos avisan de que dentro de 50 años Almería será un desierto.
¿Más todavía? Estos del cambio climático nos quieren amargar la vida.
"A la hora de la verdad lo único que vemos es como el dinero va camino del norte, siempre para el norte, cosa que ya ocurría en tiempos de la oprobiosa"
Al PP le gustaría que estas encuestas se hicieran también sobre el Gobierno andaluz, y no entienden, o no quieren entender, que no se está en ese partido, que ahora lo que se juega el próximo día veinte son los leones del parlamento nacional y los que a partir de ese día les van a echar de comer. Y los casi setecientos mil leones almerienses lo que quieren es que se les deje de mirar con cariño, se les deje de llevar en el corazón y se abran las carteras (y no las ministeriales) ante las necesidades. Vamos, que menos palabras y más hechos.
No se nos desboquen, señores del PP, que al fin y al cabo son solo
encuestas, tendencias, opiniones de unos almerienses, ciudadanos libres, que no
se sienten demasiado bien tratados por un Gobierno que se dice de todos los
españoles, pero que a la hora de la verdad lo único que vemos es como el dinero
va camino del norte, siempre para el norte, cosa que ya ocurría en tiempos de
la oprobiosa.
En el sur lo soportan todo y en el sureste ni te cuento, no hay que preocuparse
por ellos se dicen, llevan treinta años en manos de los mismos y los engañan,
los ningunean y ahí siguen dándoles premios, de piedra, pero premios al fin y
al cabo.