Rafael M. Martos
Director de Noticias de Almería
Almería
es una de las 24 provincias por las que no tienen previsto su paso los líderes
de las principales formaciones políticas que concurren a las elecciones
generales del día 20 de diciembre, y probablemente eso le está dando un perfil
bajo. Lo
sorprendente de esa decisión es lo mucho que todos se juegan aquí, o quizá ese
sea el problema, que nadie quiere firmar compromisos en primera persona, o
nadie quiere dar explicaciones sobre el debe y el haber de la lista de promesas
acumuladas.
El
PP ha venido siendo imbatible en la última década, además, con un peso sobre el
PSOE absolutamente incontestable. Y precisamente lo sorprendente es que si los
populares se juegan pasar de número uno a dos, los socialistas se juegan
adelantarles por fin, e incluso en sus manos está cerrar el paso a otras
izquierdas sumando el voto de quienes dudan entre ellos y Podemos o Izquierda
Unida. Pues
bien, el PP no trae al candidato a la presidencia, Mariano Rajoy, para animar a
sus votantes a no fallarle el día 20.
Los líderes nacionales 'pasan' de Almería |
Pero es que tampoco el PSOE ha visto
oportuno traer a Pedro Sánchez para hacer lo mismo. Podrá justificarse en este
último caso que ha estado recientemente, y es verdad, pero la pregunta es por
qué sí entonces, y no se reservó su presencia para estos momentos más
inmediatos a la cita electoral. Lo
mismo podría decirse de Ciudadanos, a quien el CIS le pronostica un diputado, o
a Podemos, que podría estar ahí-ahí, o IU, que se juega en cada circunscripción
su ser o no ser. Ninguno de ellos ha visto tampoco en Almería una plaza valiosa
a la que acudir.
Buscar
explicaciones a estas cosas no es fácil, y es que entre las reales de tipo
estratégico, y las inventadas con el fin de justificarlas sin que se note, se
cuelan las elucubraciones y hasta los olvidos. Pero en cualquier caso dejan en
evidencia escaso interés por Almería.
Al
final lo que están viendo todos los partidos es que aquí nos basta con la tele,
que no hace falta esforzarse más ni tan siquiera para impedir desplomarse del
primer al segundo puesto, ni para el empujón definitivo del segundo al primero.
Y no les falta razón, porque si un absoluto desconocido para el 99% de los
almerienses y recién llegado a la política, se puede convertir en diputado por
esta provincia de la noche a la mañana, sólo por estar un partido cuyo líder no
deja de salir por la pantalla… pues está claro que eso de la cercanía del
político al votante es una chorrada.
Si
el anterior era el caso de Ciudadanos, qué decir de Podemos, cuyo candidato por
Almería estuvo hace una semana aquí por primera vez y fue a reivindicar una
infraestructura ya terminada. Eso sí, no tiene ni idea de lo nuestro, pero su
líder también sale mucho en la tele, y él en el Congreso no va a hablar de
nuestra tierra, él va a lo suyo, al software libre y esas historias. Pues él
también puede lograr un escaño por esta circunscripción, qué cosas ¿no?
A PP
y a PSOE se les ve con poca energía, cumpliendo con la campaña, pero sin
aspavientos, cubriendo el expediente, muy desganados incluso para hacer falsas
promesas, incluso para explicar lo inexplicable o justificar lo injustificable.
Lo de ahora no tiene nada que ver con la que llevó a Zapatero al Gobierno, o
con la que protagonizó Rubalcaba, o con la que hizo ganar a Rajoy… nada en
común. Entonces unos querían ganar y otros se resistían a perder. Ahora, en
Almería, a los candidatos, parece que les da igual lo que pase el día 20, como
si no fuera con ellos.