Juan
Torrijos
Periodista
El
hombre que denunció a Pepe Cara, que llevó a los tribunales al alcalde del PP,
el socialista Francisco Navarro, va a devolver la alcaldía a su antiguo rival
político. ¿El mundo político al revés? No. Yo diría que es la falta de
habilidad por parte del actual alcalde, José Miguel Hernández, para con el
hombre que con su abstención le permitió conseguir la alcaldía.
José Miguel Hernández, alcalde de La Mojonera |
José Miguel se
habrá dado cuenta de que no vale con tener más votos, hay que saber usarlos
cuando no se tiene la mayoría absoluta, y él no la tiene. A lo largo de estos
meses algo le ha tenido que pedir el señor Navarro a lo que él se ha negado. No
me extraña que lo solicitado no fuera todo lo legal, correcto y transparente
como para presentarlo en sociedad. Dicen los hoy amigos del alma y de Ayuntamiento
que en estos seis meses no se ha podido llegar a acuerdos con el alcalde. Lo
mismo es que el alcalde es un hombre que se viste por los pies y no ha
permitido componendas.
"También es posible que estemos ante un hombre que no ha sabido moverse entre las arenas movedizas en que se convierte la política"
También es posible que estemos ante un hombre que no ha
sabido moverse entre las arenas movedizas en que se convierte la política. Lo
que se evidencia ante la historia que se vive en el Ayuntamiento de La Mojonera es que estamos
ante un alcalde honrado o tonto. Honrado porque no permite que le manipule el
solitario pero importante voto del socialista Francisco Navarro. Tonto porque
no ha sabido llevarse a su terreno a ese voto que en su momento llevó ante la
justicia a Pepe Cara y que hoy le va a aupar de nuevo a la alcaldía del pueblo.
¿Qué se impone? Que el señor Hernández nos cuente las ocultas y esotéricas
historias que se han vivido en estos meses entre él y el edil del PSOE, que han
debido ser de aurora boreal. Si se ha mantenido usted firme ante las demandas
que le ha hecho, si prefiere honra sin barcos, estará demostrando que el pueblo
de La Mojonera
no se equivocó cuando le votó mayoritariamente, que puede perder la alcaldía el
próximo día cuatro, pero quedará claro que usted sí defendía la voluntad de sus
vecinos, que a usted no le importa el sillón, que prefiere perder el barco
antes que su honradez.
La historia vivida en el Ayuntamiento en estos meses
está todavía sin contar. Nos dicen que se hará en el pleno de la moción. Creo
que se equivoca el señor alcalde, la debería haber contado ya, para mañana será
tarde, habrá perdido la alcaldía.