El entorno de la Alcazaba, a debate

Asociación de Amigos de la Alcazaba
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El Círculo Mercantil acogió en la tarde del miércoles una mesa redonda organizada por la asociación Amigos de la Alcazaba y el Colegio de Arquitectos de Almería para debatir las actuaciones en el entorno de la Alcazaba y especialmente las obras del Mesón Gitano. Los ponentes fueron: María Teresa Pérez, presidenta de la Asociación Amigos de la Alcazaba; Francisco Javier Hidalgo, decano del Colegio Oficial Arquitectos de Almería. Pedro Salmerón,  doctor arquitecto y conservador de las Catedrales de Granada y Jaén y redactor del Plan Director de la Alcazaba de Almería;  Antonio Almagro, doctor arquitecto y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Julio Navarro, doctor arqueólogo y científico de la Escuela de Estudios Árabes de Granada del CSIC. El debate estuvo moderado por el periodista Miguel Ángel Blanco.

El Salón del Círculo Mercantil se llenó completamente de público, unas ciento cincuenta personas, incluidos representantes de las formaciones políticas y de las Administraciones, así como  de numerosas asociaciones ciudadanas, entre ellas las vecinales del Casco Histórico, Centro Histórico Norte, La-Chanca Pescadería…
En primer lugar, María Teresa Pérez analizó la situación del entorno de la Alcazaba, destacando la ausencia de una visión global del mismo, con  numerosos problemas en los barrios que la rodean,  deterioro ambiental y  planes paralizados, como el del parque de la Hoya o el Plan Director de la Alcazaba.

Obras del Mesón Gitano

Con relación al Mesón Gitano, “proyecto estrella” del Plan Urban,  destacó los numerosos problemas y contradicciones que han rodeado a este proyecto desde su inicio, con demandas judiciales y luchas políticas incluidas, clamorosa ausencia de diálogo entre Ayuntamiento y Cultura, absoluta falta de transparencia informativa y grandes trabas a la participación ciudadana… Así, el apoyo inicial de la ciudadanía a un proyecto que prometía ser beneficioso para la Alcazaba y la ciudad, se ha convertido en una profunda decepción. Las obras, pese a su coste de 7 millones de euros, no tienen a estas alturas una función definida. La  realidad es que el edificio y sus accesos rompen la imagen de la Alcazaba  con la dureza de su mole de hormigón. También se opuso al tratamiento dado a la calle Fernández, que causa un enorme impacto y para la que está previsto un tráfico intenso, pese a los escasos 10 metros que la separan de la puerta de la Alcazaba. El  descubrimiento de unos importantes restos arqueológicos obligó a modificar el proyecto, pero esos restos, ni justifican la obra ni tienen garantizadas las inversiones para su futura investigación, puesta en valor ni mantenimiento. “Las obras del Mesón son un enorme fracaso colectivo, del que sus máximos responsables son el Ayuntamiento como promotor y la Delegación de Cultura por haberlo autorizado. La lección es clara: los grandes proyectos, especialmente en zonas tan sensibles como la de  la Alcazaba, deben ser muy meditados, con amplia participación ciudadana y amplio consenso y lealtad institucional”, terminó María Teresa Pérez.

Obras del Mesón Gitano

Francisco Javier Hidalgo, Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Almería, inició su intervención recordando los antecedentes que han regido el reconocimiento del conjunto Monumental de la Alcazaba, las Murallas de Jayrán y el Cerro de san Cristóbal y pese a que fueron declaradas Monumento histórico y artístico ya en 1931 la realidad de su abandono, que al día de hoy, se percibe con tan sólo dar un paseo por la zona para ver la patente falta de conservación y mantenimiento.  Subrayó la necesidad de que todas las instituciones que concurren asuman sus responsabilidades sobre el grado de deterioro que sufre el entorno de la Alcazaba y las murallas; el Decano analizó el estado del conjunto desde los distintos entornos de percepción y accesos al recinto desde el perímetro del entorno protegido así como balance de los distintos órganos de tutela que administran la Alcazaba. Javier Hidalgo pidió la creación de un patronato que vele por la conservación de la Alcazaba y su entorno, de la misma manera que existe en la Alhambra y el Generalife de Granada, aduciendo el papel que deberían haber desempeñado desde la Dirección del Monumento, su Comisión Técnica y la propia Comisión Provincial del Patrimonio; hace verdadero hincapié el Decano Javier Hidalgo en la necesidad apremiante, y así lo propone públicamente, de redactar un Plan Director Estratégico para la Rehabilitación Integral del Casco Urbano de Almería por parte de la administración Municipal y la Consejería de Fomento y Vivienda, que, evidentemente, incluya el Conjunto Monumental de la Alcazaba, documento global que se integre en el Plan General de Ordenación Urbana.

El arquitecto Antonio Almagro lanzó una sombría pregunta: “¿Por qué? ¿La Alcazaba y su entorno realmente necesitaban esa actuación? ¿merecen esa actuación”. Lamentó que las administraciones se obsesionen en gastar “un dinero que viene de Europa, porque ese dinero no es un regalo, viene de nuestros impuestos, ya que somos contribuyentes netos”. “El dinero perdido no es aquel que no se gasta sino el que se gasta de forma inadecuada y por ello sus efectos son negativos. La prueba es este edificio que no explica por qué se ha hecho ni para qué va a servir. La ladera de la Alcazaba debe ser una zona de protección”
Por su parte, el arquitecto Pedro Salmerón, autor del  Plan  Director  de la Alcazaba (no puesto en marcha, pese a estar elaborado desde 2009), dijo haber quedado horrorizado con la visita a las obras del Mesón Gitano y consideró que “habría que paralizarlas de forma inmediata por su negativo impacto. El entorno debe tener el mismo tratamiento que el monumento”.  También dijo que, ante los impedimentos para visitar y conocer las obras que se ejecutan, los almerienses deberían reclamar al Ayuntamiento unas “Jornadas de Puertas Abiertas”. También reclamó “que se cobre por entrar a la Alcazaba para que ese dinero se reinvierta en la conservación de nuestro monumento, ya que la situación actual es insostenible”.

El arqueólogo Julio Navarro Palazón destacó que cuando visitó los restos arqueológicos andalusíes hace unos meses “me parecieron de una enorme importancia, pero jamás podía imaginar que al volver a la zona, me encontrara con lo que he visto. Es inimaginable una actuación así en una zona protegida. Ni siquiera es justificable la obra por el hecho de haberse hallado estos importantes restos arqueológicos ”.

El debate posterior a las intervenciones fue muy intenso, participando los representantes de las instituciones, colectivos vecinales y culturales, profesionales, expertos y ciudadanos en general, coincidiendo plenamente con los miembros de la Mesa en lamentar el resultado de las obras del Mesón Gitano. Si se hizo por el bien de la Alcazaba, el casco histórico y la ciudad, el resultado es un gran fracaso. Los intervinientes plantearon incluso la conveniencia de que la obra fuera paralizada o al menos posteriormente modificada. También se lamentó que pese a la enorme inversión de 7 millones para un edificio de estas dimensiones, todavía no se sepa claramente para qué va a servir. ¿Es esto aprovechar el dinero público?