Emilio Ruiz
www.emilioruiz.es
No es por fardar, pero a los amigos de las hemerotecas
les sugiero que vuelva a leer mi artículo en este periódico del pasado 11 de
noviembre o que inserten en el navegador de su ordenador esta entrada: http://www.lavozdealmeria.es/Noticias/94991/9/El-candidato-David-Bravo.
“No hace falta ser un experto en
estudios demoscópicos –escribí- para asegurar que se puede dar por hecho que
tienen plaza asegurada en la cámara baja Sonia Ferrer Tesoro y Juan Jiménez
Tortosa, del Partido Socialista, y Rafael Hernando y Juan José Matarí, del
Partido Popular. Para los otros dos escaños hay cuatro candidatos con opciones:
Isabel Arévalo (PSOE), Eloísa Cabrera (PP), Diego Clemente (C’s) y David Bravo
(Podemos)”. El acierto ha sido pleno. ¿En qué encuesta me basaba? En ninguna.
En la intuición, en el olfato.
David Bravo |
Pues recurro al mismo
medio para ofrecer un nuevo pronóstico, que no un deseo: en marzo, los
electores españoles volveremos a tener una cita con las urnas para elegir a
nuestros representantes en el Congreso de los Diputados. Es lo que hemos
querido el domingo. La “situación endiablada”, que dice Pedro M. de la Cruz , que nos hemos otorgado
no deja lugar a otra alternativa. Porque no seamos ingenuos: el PSOE nunca va a
facilitar un Gobierno del PP y nunca el PSOE va a formar una alternativa de
Gobierno juntándose con partidos tan variopintos como Podemos y Ezquerra, que
hacen de la unidad de España una
cuestión banal.
"La actitud de David Bravo con los almerienses no sabe uno si tomarla como un desprecio o como una irresponsabilidad"
Dentro de unos días
comenzará el ritual: llamada a consulta del rey Felipe VI a los diferentes
líderes políticos para pedirles un nombre al que proponer como presidente del
Gobierno, elección de Rajoy para tal menester, rechazo en el Congreso a su
pretensión, incapacidad de éste para llevar a cabo el encargo, mismo propósito
con Pedro Sánchez, misma respuesta… Y en marzo, ¡zasca!, elecciones.
Si éste mi pronóstico se
cumple, que se cumplirá, al menos dos meses el sevillano David Bravo habrá sido
diputado por Almería. Nunca ningún candidato como él ha hecho menos mérito para
salir elegido diputado. Su campaña se ha reducido a un hola y adiós. Tanta
pereza ni siquiera le ha dejado espacio para venir a Almería a compartir la
alegría de su elección con sus compañeros de la provincia. La indiferencia a
veces deriva en desprecio, y a la actitud de David Bravo con los almerienses no
sabe uno si tomarla como un desprecio o como una irresponsabilidad.