Los empresarios ponen deberes a los políticos ante el 20-D

Juan Torrijos
Periodista

La Cámara y Asempal, los señores Cano, les leen la cartilla a los candidatos de cara a las necesidades de nuestra provincia para los próximos cuatro años. Sólo una cuestión de las planteadas me preocupa: “La entrada del tren en el puerto”. No es que esté en contra de que el caballo de hierro beba en las aguas del Mediterráneo, lo que me preocupa es que treinta o cuarenta años después Almería vuelva a vivir las ya casi olvidadas historias del mineral en fachadas, ropa tendida o en nuestros pulmones.

David Bravo, de Podemos
No nos vengan con la cantinela de que se tomaran todas las medidas de seguridad para que el mineral de hierro a su paso por la ciudad no sea un inconveniente. No nos lo creemos. La única seguridad es que el mineral no se cargue por el puerto de Almería, no queremos ninguna otra. Con el resto de las medidas o deberes que manifiestan los empresarios, totalmente de acuerdo con ellas. Es un poco duro lo de obligado cumplimiento, pero decirlo suena bien, sobre todo cuando sabemos que los políticos van a hacer a partir del veinte lo que les salga de sus santas meninges. Lo hacen cuando son ellos mismos los que lo prometen en sus programas, como para preocuparles lo que les quieran imponer algunos sectores, aunque este sea el empresarial.

"¿Ven ustedes muy preocupado al candidato de Podemos con los problemas de Almería?"

¿Ven ustedes muy preocupado al candidato de Podemos con los problemas de Almería? ¿Le preocupará mucho o poco lo que digan los empresarios almerienses? Este por cunero, pero los demás, cuneros o no, porque estarán a lo que digan y manden sus jefes en Madrid o Sevilla, por mucho que nos anuncien lo contrario.

Don David Bravo, candidato de Podemos, estuvo a saludarnos y nos salió con lo de la A-7. No sabía don Diego que por fin ya está terminada. Más de una década han tardado, es cierto, pero inaugurada en su totalidad se encuentra la tan esperada. Don Diego, don Diego. Claro que el hombre no tiene toda la culpa. Alguien de su formación en Almería le tendría que haber pasado los apuntes sobre lo que tenía que decir para no meter la pata. No le pasaron los apuntes y la metió. Me da la impresión, señor Bravo, que hasta en su grupo no le miran bien. Mira que si encima ni le votan.

Estoy con los señores Cano (Cámara y Asempal) y con la mayoría de los deberes que imponen a los candidatos, sabiendo que dentro de cuatro años estaremos más o menos con las mismas.