Juan
Torrijos
Periodista
La
justicia ha exonerado a Clemente García, exdelegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, de la
imputación que se le hacía en la trama para cobrar en torno a trescientos mil
euros de una cuenta de la administración autonómica. Para la jueza no hay
pruebas por las que se pueda mantener causa abierta contra el antiguo delegado.
Sorprende, el mismo Clemente lo manifestaba, que la Junta se quedara en la causa
acusando al que fuera en su día su representante.
Clemente García |
El caso no se ha cerrado
todavía, pero si nos atenemos a lo manifestado por la jueza, Clemente García se
merece la disculpa de todos aquellos que durante muchos meses, más de dos años
y medio, hemos dudado de su honorabilidad, hemos escrito y opinado sobre su
caso, bañando su nombre y su prestigio en los lodos de una política corrupta.
Lo siento, Clemente. Supongo que es muy difícil disculpar por tu parte el daño
que te hemos hecho a ti y a tu familia. Bien que lo siento. Por la parte que a
mí me toca no quiero esconderme. No voy a poder hacer que olvides todo lo que
de este caso y de ti escribí, pero sí quiero que tengas en las mismas letras
impresas mi solicitud de disculpas: lo siento, Clemente.
"No voy a poder hacer que olvides todo lo que de este caso y de ti escribí, pero sí quiero que tengas en las mismas letras impresas mi solicitud de disculpas: lo siento, Clemente"
Dicho lo anterior, dos
cuestiones nos quedan por aclarar ante la sociedad. La primera: Por qué la Junta se mantuvo en contra
de la opinión de la Fiscalía
en la acusación a Clemente García, y la segunda: Esperar a que la justicia diga
cuanto antes la última palabra sobre este caso de los cheques de medio ambiente
y el funcionario imputado en cuestión. Tras dos años y medio la justicia nos
dice que Clemente García es inocente. Dos años y medio que no le gusta vivir a
nadie cuando se sabe inocente. Siento, Clemente, lo que has pasado tú y tu
familia y desde aquí lo quiere dejar por escrito.
De lo único que podemos acusar
a Clemente, si es que de algo se le puede acusar, es el de haberse fiado de
algún funcionario y eso le ha costado un doloroso disgusto a lo largo de estos
años. Habría que pedirle a la justicia que ante situaciones como la comentada
un poco más de rapidez sí que se podrían dar. Un hombre inocente y una familia
no pasarían por la angustia de verse en los titulares y comentarios de la
prensa durante tanto tiempo. Más de dos años y medio. En medio del lodazal en que
han convertido la política no siempre se es culpable.