Juan Torrijos
Periodista
Sonia Ferrer, del PSOE, le dice a Rafael Hernando, del PP, que
no enrede con las obras de Acuamed, que es lo único que sabe hacer. Por su
parte el señor Hernando dice que las obras investigadas son de la época
socialista de Zapatero. En medio un alto cargo del Gobierno del PP tiene que
dimitir, dicen que para poder defenderse.
Más de doscientos millones de euros
se calcula que han sido los aumentados en las obras del Plan Agua y otras
historias de Acuamed. Y esto que se sepa, ya veremos al final a cuánto asciende
el monto total. Y Almería y sus necesidades hídricas en el punto de mira. No
hay elemento donde no hayan metido las manos los políticos. Perdón, las garras,
no se puede hablar de manos cuando están robando a medio país con total
impunidad.
Desaladora del Campo de Dalías |
Los regantes almerienses vienen poniendo el grito en las alturas ante la falta
de agua que se viene viviendo en el campo, lo cara que se está pagando la poca
que llega, las obras que no acaban nunca de las desaladoras y un futuro hídrico
que nadie ve claro ante los políticos y sus garras. Ahora nos vamos dando cuenta de la realidad. Han estado robando los dineros del
agua. Han aumentado los precios de las obras, las han adjudicado con la única
intención de apropiarse de la mayor cantidad posible de dinero.
Y cuando se les
descubre, al final siempre se descubre a los sinvergüenzas, se dedican a
enredar entre los dos partidos para que al final todo se diluya y la sociedad
(nosotros) no sepa la verdad de lo que ha ocurrido, cuánto y cómo se lo han
llevado.
Dentro de cinco o diez años la justicia nos lo vendrá a contar, pero
para entonces ya ni nos acordaremos de que existía Acuamed. El tiempo hace que
todo lo vayamos olvidando. Lo único que recordaremos son las caricias verbales
entre los diputados socialistas y populares almerienses, pero no se nos
aclarara quién es el que se lo ha llevado crudo, si uno del PP u otro del PSOE. O han sido de los dos partidos, cada uno en su época.
A la hora de subirse los
sueldos, las subvenciones o el número de asesores todos los políticos se ponen
de acuerdo. ¿Por qué no lo van a hacer a la hora de adjudicar las obras sobre
las aguas de la cuenca del Mediterráneo? Y las desaladoras, durmiendo el sueño de los justos y los regantes esperando que
les llegue el agua. ¡Y ellos con los millones en sus cuentas!