Armando
García
Director
de AG Comunicación
El
inicio del presente año viene marcado por una nueva amenaza que puede
menoscabar la competitividad de algunos exportadores almerienses de frutas y
hortalizas. Una nueva amenaza que llega en forma de megacamiones, con hasta 25,25 metros de
longitud, siete metros más que hasta ahora, y hasta 60 toneladas de masa máxima
autorizada en lugar de las 40 permitidas hasta 2015.
Estos megacamiones están
integrados por remolques articulados, pueden pesar lo mismo que un Boeing 747 y
tienen menor maniobrabilidad. Hay que tener en cuenta que su circulación en
España les obliga a hacer recorridos por autovía y autopista siempre que sea
posible y no circular por carreteras secundarias durante más de 50 kilómetros .
Los megacamiones ya tienen autorización para circular por las carreteras españolas (Foto: Transporte Profesional) |
La
llegada a España de estos megacamiones tiene el objetivo fundamental de ahorrar
entre un 15% y un 50% de los costes operativos. Algunos expertos aseguran que
se transporta casi el doble de mercancía por el mismo precio, un factor que
puede inducir a que estos monstruos de la carretera sean a partir de ahora los
vehículos preferidos para el abastecimiento de productos frescos en las grandes
plataformas logísticas españolas y europeas.
La falta de accesos
suficientemente espaciosos, la ubicación lejos de una autovía y la existencia
de rotondas se pueden convertir desde ahora en factores que borren del mapa a
algunos de los exportadores de la provincia, que perderían competitividad por
no poder acceder a las grandes expediciones del transporte de frutas y
hortalizas por grupaje, es decir, cargas que se van completando con diferentes proveedores.
¿Están preparadas las carreteras españolas para los megacamiones? (Foto: Foro Transportistas) |
Desde Holanda, Alemania o el Reino Unido los grandes operadores pueden, a
partir de ahora, ir dibujando nuevas rutas de aprovisionamiento en función de
si un proveedor puede recibir o no estos megacamiones.
Un breve repaso a la
ubicación de muchas de las cooperativas almerienses, que actualmente atraviesan
ya serios problemas para la circulación de tráilers debido a la estrechez de
los caminos, induce a pensar que si los megacamiones se convierten en la gran
baza de futuro para el aprovisionamiento de las grandes cadenas de distribución
el sector hortofrutícola almeriense va a encontrarse con un verdadero
problema.
La revolución que ahora comienza en el sector español del transporte
por carretera quizás provoque, indirectamente, que se acelere la concentración
de la oferta, no tanto por concentrar la producción, sino por concentrar las
plataformas logísticas en origen, que podrían ser compartidas para varias
comercializadoras, o de nueva creación por la aparición de nuevos grupos
resultantes de la fusión de varias cooperativas.
Habrá que esperar a ver
aparecer por las carreteras almerienses los primeros megacamiones y confiar en
que la legendaria capacidad de adaptación del sector agrícola de la provincia
permita superar un nuevo reto.