Armando
García
Director
de AG Comunicación
Una
semana después del paro agrario que paralizó la actividad en los mercados de
origen de Almería, Granada y Murcia, el sector hortofrutícola espera ahora
que las soluciones lleguen desde Bruselas. Tras la manifestación celebrada en
Almería, las organizaciones convocantes solicitaron a la Junta un incremento en el
precio de retirada de las hortalizas, como solución urgente para que los
agricultores dejen de poner dinero de su bolsillo. De inmediato, la Junta cursó dicha petición
al Ministerio de Agricultura, y desde Madrid se cursó la petición a Bruselas,
que es la que tiene el poder de decisión. Y aquí paz y después gloria.
Czesław Adam Siekierski |
Así las
cosas, y resumiendo mucho, se ha sacado al sector a la calle para reclamarle a
Bruselas que pague más por destruir producto. No hay que olvidar que en
Bruselas la toma de decisiones en general, y en materia agrícola en particular,
está muy dispersa. Ya les valdría a los responsables comunitarios que pregonan
la concentración de la oferta ser ellos los primeros en dar ejemplo y
simplificar la pesada maquinaria política de la Comisión , el Consejo y el
Parlamento europeos.
Esta pesada maquinaria sufre, además, continuas tensiones
internas a consecuencia de los cariños territoriales e ideológicos de los
políticos que la hacen funcionar. Por poner un ejemplo, la comisión de
Agricultura de la
Eurocámara , con un presidente polaco del Partido Popular
Europeo, tiene 90 miembros. De ellos, solo ocho son españoles, y no hay ningún
partido político español representado directamente como tal, sino con los
matices propios de una megaestructura de ámbito continental.
"El timón de la comisión de Agricultura se reparte desigualmente entre Polonia, Francia, España y Rumanía, países con intereses muy dispares y que además se hacen la competencia directa en el mercado comunitario de frutas y hortalizas"
En Bruselas no
existe el PSOE, sino la
Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento
Europeo; el PP se transforma en Partido Popular Europeo de los Demócratas y
Cristianos, y a Izquierda Unida se le encuentra si se pregunta por el Grupo
Confederal de la
Izquierda Unida Europea/Izquierda Nórdica. Es lo mismo, pero
no es lo mismo.
El timón de la comisión de Agricultura se reparte desigualmente
entre Polonia, Francia, España y Rumanía, países con intereses muy dispares y
que además se hacen la competencia directa en el mercado comunitario de frutas
y hortalizas. Aunque no nos guste, ellos son los que trabajan para actualizar y
mejorar la legislación agrícola europea que afecta directamente al bolsillo del
sector agrícola almeriense. De ellos depende que se de un empujón a la mejora
de las medidas de gestión de crisis, a la PAC y a la OCM.
A este paso, Almería cumplirá en 2019 el 20 aniversario de la NO TOMA DE DECISIONES para
mejorar el campo.