Juan Folío
La Opinión de Almería
El titiritero almeriense Alfonso Lázaro de la Fuente, que, junto a su
compañero Raúl García Pérez, se encuentra en prisión por orden del juez de la
Audiencia Nacional Ismael Moreno, se considera víctima de un engaño del
Ayuntamiento de Madrid. Fueron contratados por el Ayuntamiento para representar
su última obra, La bruja y don Cristóbal, de la que tenían que
hacer dos representaciones por las que iban a cobrar mil euros. Pero
desconocían que el público que iba a presenciar la función fueran niños.
Raúl y Alfonso en una representación |
Alfonso y Raúl se encuentran en la cárcel por un presunto delito de
enaltecimiento del terrorismo. El juez considera que la exposición de una
pancarta suponía justificar los crímenes de ETA y Al Quaeda. En unas
declaraciones al periódico El Español, una amiga de los detenidos,
Angie, considera que “eso es absurdo, esa pancarta tiene un contexto y un papel
dentro de la historia. No son proetarras ni defienden el terrorismo. A ellos se
les contrató para representar esa obra y llevaron al escenario lo que ya habían
enseñado en Granada”.
Angie dice que “ellos nunca han contemplado esa obra como teatro infantil.
De hecho, en su web, sus productos están divididos en dos apartados:
'Teatro popular' y 'Espectáculos infantiles'. La obra del carnaval no estaba en
el sector infantil”.
El engaño que dicen haber sufrido los dos artistas contrasta fuertemente
con la versión del Ayuntamiento que, en boca de su concejal de Cultura,
dijo haber denunciado a la compañía por incumplimiento de contrato y haber
expuesto un mensaje inapropiado para un público infantil. Los amigos de Alfonso
y Raúl reiteran que ellos no sabían que el público que iban a encontrarse
eran niños de entre uno y ocho años.
El pasado 31 de enero la misma obra fue puesta en escena en el centro de
ocupación social La Redonda, de Granada, un edificio anejo a la estación de
tren que se ocupó hace más de veinticinco años y que, desde entonces, se
utiliza como sede para organizar talleres y actividades. Y no pasó nada.
En la obra, según el citado medio, el propietario de un piso -una de las
versiones de don Cristóbal- trata de desahuciar a la bruja que lo habita.
Estalla una pelea. La bruja es violada y queda embarazada, pero el dueño del
inmueble muere. A partir de ese momento, un policía, una monja -que también
será asesinada- y un juez persiguen a la bruja. El policía acude a su casa.
Reduce a la hechicera y ésta queda inconsciente. Con el objetivo de poder
justificar la agresión, el hombre coloca ciertos objetos alrededor de ella,
entre los cuales destaca una pancarta que reza 'Gora Alka-ETA'. Así, el
policía podrá aducir enaltecimiento del terrorismo y explicar su aparatosa
detención.
Una hermana de Alfonso ha lanzado en las redes sociales este mensaje de
ayuda: Hola a tod@s. Soy la hermana de Alfonso. Acabamos de verle en
prision, los dos están bien aparte de la preocupación y los nervios normales.
Necesito que me ayudeis en varias cosas:
1- Necesitamos testigos que confirmen que ellos avisaron claramente de que
no eran títeres para niños.
2- La grabación de la obra. La representación en Granada fue grabada pero
no encontramos quien lo tiene.
3- Recortes de prensa, programas de tv, etc.
4- Apoyos y comunicados de artistas, titiriteros, etc.
5- Vídeos o documentos de otros títeres de cachiporra que lleven escenas
similares a las de su obra.
No podremos agradeceros nunca todo lo que estáis haciendo. ¡Gracias,
gracias! Esta noche habilitaremos el email para que me vayáis enviando
todo. Si queréis mostrar vuestro apoyo mediante correos, yo los imprimiré
y se lo hare llegar a los dos. Gracias a todos.