Antonio Torres
Director
de Canal Sur en Almería
Estos días veremos imágenes del Congreso de los Diputados, durante la tarde del 23 de febrero de 1981, con el golpista Antonio Tejero dando tiros. Esas imágenes, que han quedado como de las más duras de la democracia española, fueron grabadas por Pedro Francisco Martín, un reportero de TVE que debe ser recordado eternamente.
Desde
que escribí Los primeros ojos de
Andalucía, un homenaje a los pioneros de la cámara, me entretengo en
preguntar a periodistas, historiadores y amigos sobre quién es el autor del
vídeo que contiene los disparos en el hemiciclo aquel día conocido como el de
“la noche de los transistores”. No he encontrado a ningún reportero que sepa el
nombre de Pedro Francisco Martín, el cámara de TVE, el reportero de sangre
fría, el autor del trabajo valiente que dio la vuelta al mundo.
"Pedro Francisco Martín (TVE) y Mike Viney (BBC) fueron los únicos cámaras que siguieron grabando tras el asalto golpista"
Sí
ha quedado en la memoria el del redactor de Efe Manuel Pérez Barriopedro, autor
de las históricas fotografías. Unas imágenes que nos dejaron la hombría de tres
grandes hombres como Adolfo Suárez, Manuel Gutiérrez Mellado y Santiago
Carrillo, aguantando de pie el ¡quieto
todo el mundo!, expresión del tristemente recordado guardia civil.
El
talento de hoy es Mike Viney, un camarógrafo británico que estaba allí esa
tarde junto al legendario periodista que me ofrece la noticia,
Christopher Morris, former BBC TV News Special Correspondent, un enamorado de
Turre, Garrucha y Mojácar desde que acudió, siendo un veinteañero, a
Palomares para cubrir el seguimiento de la búsqueda de la bomba atómica
extraviada tras el accidente termonuclear.
Viney
se suma Pedro Francisco Martín. “Estábamos filmando en Bilbao –me cuenta
Morris- un trabajo sobre el secuestro del cónsul de Alemania por parte de ETA
cuando llamamos a nuestro editor, Rick Thompson, para que nos dejara acudir a
la toma de posesión de Calvo Sotelo como presidente del Gobierno”.
Todos
fueron rehenes de los golpistas. Viney fue un cámara muy profesional e
inteligente. Morris tiene para él palabras dulces y emocionadas: “Mike no ganó
ningún premio por su brillante cobertura bajo los disparos de aquellos locos.
Sin embargo, lo consiguió dos años más tarde en una misión en África cuando
casi dos millones de inmigrantes fueron expulsados de Nigeria. Una vez más
arriesgó su vida. Y la de su técnico de sonido. Filmaron la situación de las masas
despavoridas”.
Viney
y Martín fueron los únicos cámaras de los presentes en el hemiciclo que
siguieron grabando tras el asalto golpista.