Loca por la Tele
El jueves pasado se estrenó el videoclip de la
canción Say Yai! Tras la gala Objetivo Eurovisión en la que
Barei resultó ganadora, el estreno del video suponía una gran oportunidad para
demostrar que lo que vimos y oímos hace poco más de un mes en el desastroso
programa presentado por Anne Igartiburu se podía mejorar.
El
videoclip es moderno y cosmopolita, muy acorde con la filosofía que transmite
Barei en sus apariciones. Entre los aspectos positivos destacan que
está rodado en Estocolmo, lugar en el que se celebrará el Festival, en ciudades
españolas, en La Habana y en Miami. Además está rodado en la calle, en
localizaciones que aportan un street style con el que siempre
se ha identificado a la cantante.
Las personas que salen en el videoclip están
muy bien elegidas, ya que muchos de los eurofans pueden sentirse identificados
con ellos y es una buena mezcla de culturas. El look de Barei
transmite su espíritu reivindicativo, el que ha demostrado desde que presentó
un tema completamente en inglés.
Sin duda alguna el resultado del videoclip
es mejor que el de Edurne. Que no haya rastro de la tigresa que el año pasado
hacía del video una pieza que parecía que había salido del Rey León ya es un
gran paso. Pero el de la triunfita despertó muchos más comentarios tanto
positivos como negativos que el de Barei, una notoriedad necesaria para quien
va a asistir a Eurovisión, algo que a la representante de este año todavía le
falta.
El principal motivo por el que Barei no despunta es que todo lo que
rodea a la canción es demasiado correcto. Su espíritu rebelde no es
suficiente. El estreno del videoclip permitió escuchar cambios entre la primera
versión de la canción y esta. Algunos están bien, como los pequeños cambios de
melodía, pero otros chirrían. Hay partes de la canción que se convierten en un
batiburrillo de sonidos y voces de fondo que hacen que la letra se pierda y la
cantante quede en un segundo plano.
Tampoco ayuda que los estribillos ahora son
más electrónicos. Pese a haber contado con el reconocido coreógrafo alemán
Fritz Mensch el baile es muy pobre. Y también el parón musical que hay en mitad
de la canción provoca pensar ¿qué ha pasado, por qué ha dejado de sonar? Queda
lejos la intención de interpretar con ese silencio que se recupera con fuerza
de un bajón.
No cabe duda de que Barei era la mejor opción frente a sus rivales Salvador
Beltrán, Xuso Jones, María Isabel, Maverick y Electric Nana. Pero aún estamos
muy lejos de que España presente una propuesta eurovisiva, de las de vozarrón,
buena coreografía y una impresionante puesta en escena. La canción Say Yai! está bien
para otros ámbitos. Al final esta es una muestra más de que hace tiempo que
RTVE perdió de vista el significado actual del Festival de Eurovisión.