José Antonio Arcos
Periodista / joseantonioarcos.es
Oficialmente
Almería ya ha superado su techo, las 30.000 hectáreas
de invernaderos, concretamente las 30.200 ha., según datos de la Delegación
de Agricultura. Es un dato numérico dado a muchas lecturas y con profusión de
aristas; tanto para pensar que la agricultura es un sector refugio; bien un
foco de atención para nuevos especuladores; o tal vez un sector con futuro
porque siempre habrá nuevas y más bocas que alimentar. Un añadido sobre esto
último. Hay herramientas en Internet que miden en tiempo real el aumento
poblacional del planeta, como la web cuyo enlace os dejo aquí.
Invernaderos desde el aire |
A
tenor de lo que se observa en dicha estadística, es tal el ritmo de crecimiento
de la población, que invernaderos siempre faltarán. De hecho se pasa hambre en
el mundo. Por desgracia. La clave estaría más bien en mejorar la redistribución
de esos alimentos y, por tanto, entraríamos en el terreno de la logística. Y si
a logística nos remitimos, son casi todo fracasos. Ni trenes ni barcos ni
aviones. Todo se exporta por camión, así que es complejo. Y además todos
queriendo vender a los mismos comederos, es decir, a Europa.
Según
los datos de la Junta de Andalucía en Almería, desde el 1 de enero de 2015 al 1
de enero de 2016 se han levantado 620 nuevas hectáreas de invernaderos
en la provincia almeriense, el equivalente a una producción de 60 millones
de kilos, sobre todo, de cultivos de tomate.
En
la actualidad, y según la Administración autonómica, el 65% de la producción
almeriense de dedica a la exportación, cuando hace algo más de un lustro el
listón estaba en el 45%. Esas exportaciones agrícolas de hoy día se traducen en
2.100 millones de euros.
Para
este año tenemos factores climáticos que ya han alterado la planificación del
ejercicio agrícola. En Holanda, de hecho, por el calor se prevé que su
campaña se adelante tres o cuatro semanas. Así que vamos a tener una primavera
entretenida. Pero no hay que mirar solo a Holanda. En Polonia, por
ejemplo, hay ya 1.500
hectáreas de invernaderos de última tecnología dedicados
a la producción de tomate.