Emilio
Ruiz
El
pasado día 3, sobre las diez y media de la mañana, un coche oficial del
Ayuntamiento de Albox, conducido por quien ha sido durante los últimos años y
hasta unas horas después el alcalde del municipio, Rogelio Luis Mena, era aparcado
ante la puerta de la sede del PSOE local. Un empleado municipal abrió el maletero
y procedió a descargar alrededor de cuarenta cajas archivadoras de documentos. Del
hecho ha quedado un testimonio gráfico realizado por algún miembro del PP
albojense.
Este
partido, en la oposición, hizo llegar a los medios una amplia nota en la que
afirmaba que “podría ser documentación que habría salido del Ayuntamiento”. Se
especulaba en esa nota sobre la posibilidad de que esos archivadores fueran los
que contenían la documentación que el portavoz popular, Juan Pedro Pérez
Quiles, ha pedido reiteradas veces y cuya negativa en su entrega ha desembocado
en la inhabilitación del alcalde. Ni Rogelio Luis Mena, ni nadie del equipo de
Gobierno ni ningún responsable del PSOE local sintieron la necesidad de emitir
nota de aclaración alguna.
"Es habitual que cuando un alcalde abandona su cargo proceda a la retirada de la documentación no oficial guardada en su despacho"
Es
habitual que cuando un alcalde abandona su cargo proceda a la retirada de la
documentación no oficial guardada en su despacho mientras desempeñaba su
responsabilidad. En este caso, sorprendían dos cosas: el abultado volumen de
los expedientes y el punto de destino, la sede del PSOE. Recordemos que el equipo de Gobierno
local hacia varios meses que había abandonado la disciplina socialista y había
constituido un grupo propio denominado Socialistas Albojenses. Pero ni un hecho
–el volumen de la documentación- ni otro –el lugar de destino- son elementos
suficientes para concluir que no se trataba de una documentación ajena a la
institución. Además, el traslado de esos expedientes se hizo a plena luz del día
y con la colaboración de empleados públicos.
Sonia Cerdán |
Daba
la sensación de que estos hechos habían pasado al olvido cuando, unos días
después, el 16 de marzo, con Sonia Cerdán ya en la alcaldía, otra fotografía
distribuída por el Partido Popular resucitaba la polémica. El jefe de la policía
local procedía a cargar las que parecían las mismas cajas en una furgoneta del
Ayuntamiento, supuestamente para ser devueltas al edificio municipal del que
salieron. “Lo que está sucediendo (…) nos tiene muy alarmados por la impunidad
y desfachatez con que se mueven cajas de archivos repletas de documentación que
son trasladadas desde el Ayuntamiento a la sede de PSOE y viceversa”, afirmaba
el concejal Pérez Quiles, que ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil.
“Es
la alcaldesa, Sonia Cerdán, quien debe explicar a los vecinos y a la justicia
por qué hay documentos públicos en circulación”, requería el portavoz del PP. Y
Sonia Cerdán ha dado esas explicaciones. La alcaldesa considera "graves
acusaciones" las vertidas desde el PP, confía en que la documentación en
cuestión sea "personal", y asegura que esa documentación “ha
regresado al Consistorio”. En la nota distribuida por Europa Press se dice que “la
regidora ha asegurado que desconoce qué tipo de documentación fue la que se
llevó el exprimer edil, si bien ha mostrado su "confianza" en su
excompañero de gobierno, quien le manifestó que entre los documentos
transportados figuran "fotos personales, notas de prensa" y otros
efectos de pertenencia personal. Preguntada sobre las garantías de que la
documentación conducida hasta la sede de los socialistas albojenses sea la
misma que se ha hecho devolver al Consistorio, Cerdán ha apuntado que ha sido
el jefe de la Policía Local el encargado de recoger dicho material en compañía
de un empleado municipal que, en su momento, ayudó a Mena a transportar los
archivos en un vehículo oficial y que ha podido "revisar" que se
trate de la documentación afectada”. "¿Hay alguien que pueda sospechar que
un policía se preste a participar en algo ilegal?, se ha preguntado.
Albox
lleva demasiado tiempo inmerso en la polémica política, que ha derivado frecuentemente
ante instancias judiciales. El episodio de las cajas no ayuda a establecer la “paz”
entre los grupos municipales. La nueva alcaldesa ha actuado correctamente
ordenando el traslado de esas cajas hacia dependencias municipales, sobre todo
para disipar cualquier duda sobre su contenido. En ninguna cabeza humana cabe la posibilidad de
que las dichosas cajas sean expedientes municipales oficiales. No pueden ser
otra cosa que documentos almacenados por el alcalde, de uso propio y no
institucional. ¿Por qué, si es así –que estoy seguro de que así es- no se ha
ofrecido de inmediato la respuesta adecuada, bien por el propio Mena, bien por
el equipo de Socialistas Albojenses o bien por el PSOE, cuyo protagonismo en
esta historia aún nadie ha aclarado?