Juan Pablo Yakubiuk
Arquitecto y concejal de IU en el
Ayuntamiento de Roquetas de Mar
Fue
en 2008 cuando unas salvajes obras de ¡Acuamed!, con el visto bueno de todas las Administraciones, abrieron en canal con una profunda zanja el corazón del
yacimiento arqueológico de La Ribera de la Algaida, más conocido como
Turaniana. De nada sirvió su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC), al
mismo nivel que joyas a las que nadie osaría poner una mano encima como la
Alhambra y la catedral de Sevilla. Como tampoco a su entorno, también de alto
valor arqueológico y natural, pasto aún hoy de la más salvaje especulación
inmobiliaria que ha sufrido España y Roquetas en particular.
Turaniana |
Ese hecho desencadenó una respuesta ciudadana que vino a decir: ¡Turaniana
existe! Sabiendo que la desinformación era nuestro principal enemigo y el mejor
aliado de aquellos que solo ven el color verde dinero, también asentados aún
con vara de mando municipal. Esa respuesta tomó el nombre de plataforma y como
su nombre bien lo indica fue un punto de apoyo para construir nuevas
iniciativas, nuevos movimientos, sobre este inmenso tesoro de más de 4.000 años
de antigüedad que tenemos en Roquetas.
"Rebasando los límites del B.I.C. de Turaniana, el tejido asociativo los deportistas y profesionales concienciados han hecho de todo el ámbito de La Ribera de La Algaida un nuevo espacio de encuentro, aprendizaje y ocio sano"
Han
pasado los años y el olvido de las Administraciones sigue incólume, pero no la
respuesta ciudadana. Rebasando los límites del BIC de Turaniana, el tejido
asociativo, los deportistas y profesionales concienciados, han hecho de todo el
ámbito de La Ribera de La Algaida un nuevo espacio de encuentro, aprendizaje y
ocio sano. Hemos aprendido que además de restos de antiguas civilizaciones
nuestras charcas acogen especies protegidas y en peligro de aves únicas en
Europa, además de una flora de iguales características.
Esto
fue posible por dos aciertos que deberían haber marcado el camino: la
reconversión de la Cañada Real de la Costa en un corredor verde solo para
peatones y ciclistas, preservando el ecosistema de charcas y la ampliación del
deslinde de la zona marítimo terrestre pública hasta la carretera que rodea
este ámbito. Lamentablemente esta hoja de ruta fue truncada por la beligerancia
del alcalde Gabriel Amat y su equipo de gobierno del PP, que usando el dinero
de todos los roqueteros logró anular dicho deslinde. Y por otro lado, la falta
de inversiones y mantenimiento de la Junta de Andalucía hizo el resto.
Pero
algo parece estar cambiando entre los que ayer solo veían a La Ribera de la
Algaida y a Turaniana como un solar a rellenar y urbanizar, eso sí: siempre
hablando de parques de verdes prados, fuentes y edificios monumentales. La
labor ininterrumpida del tejido en estos años, concienciando, realizando rutas,
jornadas, propuestas y denuncias han logrado lo que es ya un éxito: que gran
parte del pueblo de Roquetas haga suyo, quiera, valore, este paraje y comience
a disfrutarlo cada fin de semana, cada día, con una simple caminata o en
bicicleta.
En
pocas semanas los concejales del Ayuntamiento de Roquetas de Mar tendremos una
ocasión de oro para rectificar el camino que un día se torció, y ahora sí,
todos juntos, remar en la misma dirección. Desde IU Roquetas una vez más hemos
solicitado que se restituya el amplio Deslinde de 2008, que la Junta declare la
zona como humedal protegido y se implique en su gestión, y que todas las Administraciones soliciten e inviertan el '1,5% Cultural' de Fomento para
investigar, consolidar y construir el parque arqueológico que Turaniana merece
¿Algo está pasando? Yo creo que sí.