La reestructuración de las cajas rurales sigue en punto muerto

Luis A. Torralba
Valencia Plaza

Dos años y tres meses después de que Luis de Guindos, entonces ministro de Economía y hoy en funciones, anunciara "una actualización del régimen jurídico de las cooperativas de crédito", nada ha cambiado a fecha de hoy. Todo lo contrario de lo que está sucediendo al otro lado de los Pirineos. De hecho en Holanda todas las cooperativas se fusionaron hace unos meses y desde enero solo queda Rabobank; en Alemania los dos grandes bancos cooperativos (DZ Bank y WGZ Bank) han anunciado su fusión para agosto; y en Italia, por ejemplo, el Gobierno ya ha puesto en marcha la reforma que rige a estas entidades financieras.

"La falta de Gobierno en España está dilatando todavía más el proceso de reestructuración de las cajas rurales, pero que nadie dude de que antes o después se llevará a cabo avalada por el Banco de España", apuntan fuentes cooperativistas. "Un proceso que debería ser 'pacífico' llegue quien llegue al Gobierno dentro de un sector donde la práctica totalidad de las entidades están bien saneadas".

Cuota de mercado (Pinche sobre el gráfico para una mejor lectura)
Gráfico de valenciaplaza.com

Desde Caixa Popular siguen manteniendo que la reestructuración no está justificada "porque somos entidades saneadas y solventes, que funcionamos bien y no hemos necesitado ninguna ayuda estatal a diferencia de algunos bancos y cajas de ahorros". Además, añaden desde la cooperativa valenciana "ofrecemos un modelo de banca diferente, colaborativa, de proximidad y participativa, que tiene en cuenta a las personas y a su entorno, siendo conscientes de que los clientes son el eje de nuestra gestión y nosotros debemos prestarles soluciones financieras".

Otras fuentes consultadas van por la misma línea y piden que el hecho de no haber recurrido a las ayudas públicas "se tenga muy en cuenta llegue quien llegue a la Moncloa; mientras recuerdan que el sector cuenta "con destacadas cuotas de mercado en todo el territorio nacional". Y no les falta razón tal y como se puede constatar en la siguiente imagen.

Hasta una treintena de provincias españolas contaban al cierre del pasado año, según datos oficiales de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unaac), con cuotas de mercado superiores al 10%, tanto en créditos como en depósitos de la clientela, y en muchas poblaciones han sustituido a las extintas sucursales de las cajas de ahorros.

Actualmente son 62 las cooperativas de crédito existentes en España, de las cuales 59 son cajas rurales y 3 son cooperativas conocidas como urbanas: Caja Laboral Kutxa, Caja Ingenieros y Caja Arquitectos. Un número que De Guindos se propuso reducir entonces para acabar con la atomización del sector. De hecho, desde el pasado mes de enero hay una cooperativa de crédito menos, ya que la madrileña Novanca se ha integrado en la Caja Rural de Jaén, según anuncia su web.

De cara a la próxima asamblea de Cajamar, programada para el último jueves de este mes, es muy posible que el nuevo presidente, Eduardo Baamonde Noche, haga referencias a los movimientos del sector cooperativista en Europa, dado que hablamos de la primera caja rural española y la única del sector que en razón de su tamaño forma parte del grupo de las entidades significativas. De ahí que responda directamente ante el Mecanismo Único de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE).

"En nuestro país tampoco cabe esperar que este año se aborde la actualización de la normativa legal por la que se rige el sector. Ante la falta de acuerdo entre los partidos políticos, lo que abre la puerta a nuevas elecciones, seguiremos teniendo un Gobierno provisional como mínimo hasta finales de verano. Habrá que esperar pero tampoco es un asunto prioritario porque el sector sigue estando saneado", añaden fuentes cooperativistas.

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