No se gobierna desde la oposición

Rafael M. Martos
Director de Noticias de Almería

Es una obviedad… ¿o solo lo parece? Estas cosas de la “nueva política” –que se está revelando como especialmente viejuna en algunos casos- tiene cosas tan peregrinas como creer que puede gobernarse desde la oposición, y luego pasa nada pasa, que todo se paraliza, se estanca. En el Ayuntamiento de Almería la oposición ha impulsado mediante una “moción” la creación de una comisión municipal que controle el cumplimiento de las “mociones” que se aprueban en el pleno, y el PP va proponer algo similar mediante una Proposición No de Ley (PNL) en el Parlamento andaluz.

Miguel Cazorla
La oposición, tanto en un caso como en otro, tiene en sus manos la aprobación de mociones al ser mayoría respecto al partido del Gobierno, pero sólo quien está en el Gobierno tiene la capacidad legal de ejecutar (poder ejecutivo) el mandato parlamentario/plenario.

Pregunté al portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Almería, Miguel Cazorla, que si eso no era como intentar jugar con ventaja, es decir, que si teniendo un presupuesto en vigor no resultaba un brindis al sol aprobar mociones de gasto que no se iban a poder hacer por no tener partidas que las sustenten. Su respuesta fue justificar su posición, pero la cuestión sigue ahí, con una lista inmensa en este consistorio y en el Parlamento, de iniciativas aprobadas que no ven la luz más allá de los minutos mediáticos que las avalan.

Se aprueban mociones con el voto de la oposición únicamente pero los gobiernos no hacen nada, y en ocasiones las apoyan los gobiernos para no dar una imagen de soledad, pero como no están en su línea –por principios, dinero o tiempo- las dejan dormir hasta su fallecimiento por inacción.

Esto y no otra cosa es lo que vamos a ver en el Gobierno central en los próximos años, que nadie se llame a engaño. Y es que si Pedro Sánchez logra la presidencia, o si quien lo hace es Mariano Rajoy, lo único que van a poder hacer es eso, ser presidentes, nada más. Parece lógico pensar que aunque se abstuviera el PP para que Sánchez fuera presidente, luego bloquearían las contra-reformas, y del mismo modo, si el PSOE se abstuviera para que Rajoy mantuviera la presidencia, los socialistas sumarían desde la oposición para tumbar mediante mayorías parlamentarias las reformas implementadas.

No sólo eso, Sánchez no podría contar con Ciudadanos para hacer una política económica que pudiera contar con el apoyo de Podemos o el PP, y si el PP lograra algún respaldo de Ciudadanos para aplicar ciertas medidas económicas o relacionadas con administración territorial, éstas no tendrían el voto del PSOE y mucho menos de Podemos. Y más concretamente, la cuestión territorial no tendrá vía de solución con el PSOE en el Gobierno, ya que los objetivos de Podemos son muy distintos a los de Ciudadanos y PP.

A no ser que los veamos a todos jugar a los cromos… yo te apruebo el cambio de algunos artículos de la reforma laboral a cambio de tu voto en mi ley de referéndum, y al otro le acepto modificar un punto de tal cosa si él me da el respaldo en otra… vamos ¿recuerdan lo del sodoku de Solbes? ¡Pues peor!

En definitiva, resulta harteramente absurdo que llevemos más de tres meses de reunioncitas para elegir presidente, cuando eso es lo de menos. Ni Rajoy ni Sánchez podrán gobernar. Eso sí, siempre se podrá crear una comisión entre las dos cámaras para analizar las mociones y proposiciones que se aprueben en las Cortes y no se ejecuten. En eso el Ayuntamiento de Almería y el Parlamento Andaluz llevarán delantera.