Antonio Felipe Rubio
Periodista
La
Junta de Andalucía ha despachado el asunto del desmantelamiento del Hotel Las
Menas de Serón con un lamentable error de interpretación. El problema es que
los observadores de las inmediaciones -posiblemente del camping que coincide en
las instalaciones- vieron el espectáculo de acarreo masivo en el que arrearon
con sillas, camas, cocinas, calefactores, lámparas, cuadros, cortinas,
alfombras… y hasta los sanitarios con el respectivo rollo de papel higiénico y
los contadores de la luz. Todo, absolutamente todo, fue expoliado para, según la
Junta, almacenarlo en otro lugar. Y me pregunto qué hubiese sido de este
desmantelamiento de no haber existido alguien que hubiese visto y propagado con
asombro y alarma esta fulminante operación de desactivación de un hotel que
costó 22 millones de euros y que permanecía perfectamente dotado para su
explotación turística. Sencillamente nadie se hubiese enterado, y la Junta
habría alcanzado su objetivo sin lamentar error alguno de interpretación; algo
así como cuando quema documentos en un descampado.
Vista lateral del hotel |
El
desencadenante de esta situación fue la denuncia del exgerente del hotel, quien
aseguró que durante los tres años que la Junta lo mantiene cerrado ha de pagar
una importante cantidad anual para garantizar la seguridad e integridad de las
costosas instalaciones. Así las cosas, a los diligentes dirigentes de turismo
no se les ocurre otra que abaratar costes de mantenimiento despojando de
cualquier atractivo para la acción de posibles comandos que aligerasen el
contenido del hotel con mayor ahínco que los encargados por la Junta.
"Al argumento del lamentable error le sigue el deseo de una restitución del mobiliario para una inmediata apertura del hotel. Y esto es lo que más desazona, porque es una tomadura de pelo lo del error y, aún más, la reapertura del hotel"
Al
argumento del lamentable error le sigue el deseo de una restitución del
mobiliario para una inmediata apertura del hotel. Y esto es lo que más
desazona, porque es una tomadura de pelo lo del error y, aún más, la reapertura
del hotel. Además, a quién se le ocurre desmontar la fontanería e instalación
eléctrica con la intención de volver a restituírla y dar rápido servicio al
hotel; la intención nunca fue la de poner en servicio las instalaciones, sino
dejarlo vacío de uso, contenido y proyecto.
"Recientemente han aparecido noticias sobre turismo rural en Andalucía y resulta que Almería es la provincia donde se observan los precios más altos de toda la comunidad y, no obstante, con alta tasa de ocupación"
Recientemente
han aparecido noticias sobre turismo rural en Andalucía y resulta que Almería
es la provincia donde se observan los precios más altos de toda la comunidad y,
no obstante, con alta tasa de ocupación. De esto se puede concluir que Almería
tiene demanda de turismo rural y, de existir mayor y mejor oferta, podríamos
alcanzar un nivel competitivo que incrementara el número de plazas a precio más
razonable. Sin embargo, la opción por parte de la Junta es desmantelar uno de
los hoteles rurales más emblemáticos, en pleno corazón de Sierra de los
Filabres y a un paso del complejo astrofísico de Calar Alto, en el que la
iniciativa privada se afana en promocionar el nuevo formato de astroturismo.
Es
lamentable que unas envidiables instalaciones estén desmanteladas y ociosas por
la necedad de la Junta de Sevilla y la sucursal almeriense que opta por
recortar gastos cercenando opciones de promoción y riqueza. Otro tanto ya ocurrió
con las villas turísticas, y ahí está el ejemplo de la Villa de Laujar de
Andarax -ocho años cerrada y un dineral para volver a ser operativa-. A
partir de ahora veremos cómo se soluciona el lamentable error accidentalmente
descubierto, y cómo se restituye este desatino. En cuanto a la inmediata
reapertura lo incluiremos en el turno de prioridades, junto al
Materno-Infantil.