¡A sus órdenes, mi general!

Juan Torrijos
Periodista

No sé donde nació don Julio Rodríguez. Tampoco me interesa en exceso, pero tiene que doler no ser capaz de ir en una lista por tu pueblo más querido y tener que soportar que te manden como paracaidista por donde no te quieren. Bueno, los voceros que cobran gracias a Podemos ya han manifestado que es un orgullo tener al general -¡a sus órdenes, mi general!- por Almería. Claro que una cosa es lo que se dice ante la pérfida jugada del gran jefe y otra la que se piensa y se calla por aquello de mantener cargo, y gracias al cargo buen sueldo.

Julio Rodríguez

Estoy pensando en doña Lucía Ayala. Cuando decía que "Almería pierde un referente con el señor Bravo", se pueden imaginar lo que será capaz de manifestar por la presencia del general -¡a sus órdenes, mi general!- en las listas de Almería. Rosalía Martín, lideresa de IU, no se ha mordido el labio y  ha dicho lo que la mayoría de la sociedad almeriense piensa, a excepción de los chicos morados de Pablo. Y nos aseguraban que con ellos llegaba otra forma de hacer política. Se pueden ir a freír leches, como dicen en mi pueblo.

Entenderá, mi general, que en Almería no tenemos nada personal en contra de usted. Lo entiende, ¿verdad? No le conocemos personalmente, sólo por lo que nos ha llegado a través de la prensa desde su liga con Pablo y su paso por el intento de conseguir escaño por Zaragoza, y en ello hemos visto las luces y las sombras que sobre usted se han lanzado desde los distintos partidos. Interesadas las luces e interesadas las sombras.

"Lo siento, general, me hubiera gustado más el señor Heras o la señora Martín de número 1 por Almería"

Lo que no podemos perdonar a un partido político, en este caso a Podemos, es que tome el pelo a los almerienses, a estas alturas de la democracia, abriendo el paracaídas político con un cunero, por muy general que sea. Si la sociedad almeriense se lo permite a Podemos con su voto el 26J, el resto de partidos harán lo próximo en un futuro cercano, algo que creíamos que había desaparecido. Lo siento, general, me hubiera gustado más el señor Heras o la señora Martín de número 1 por Almería.

No entro en la capacidad de don Julio Rodríguez para representar a nuestra provincia. Tampoco lo hice con el anterior cunero de Podemos. Tristeza desde Sevilla nos ofrecía la cara de don David, tristeza nos ofrece desde la imposición de Pablo la de don Julio. Nosotros, con nuestros votos, tenemos la última palabra el veintiséis de junio.