Antonio Torres
Director
de RTVA en Almería
Trabajadores y directivos responden algunas veces al perfil de personas tóxicas que atemorizan a sus compañeros o a los trabajadores. El coach está para buscar soluciones ante comportamientos raros del iluminado o tonto de guardia habitual. El coach ayuda a una comunicación eficaz. La confianza con una escucha activa es un pilar seguro en toda relación. Es propio de la inteligencia emocional la búsqueda de la empatía en tiempos en que algunos comportamientos denotan soledad en redes sociales.
Carlos Javier Álvarez Fernández |
La
vida es una permanente exposición a lo inesperado. Cada hora debemos
implicarnos en lo mejor de nosotros. Es cierto que en los trabajos aparecen
malos modos o respuestas de hilaridad por parte de trabajadores o
directivos. La confianza se sustenta en la sinceridad. No todo es dinero
para motivar. Nuestro talento de hoy es rotundo en la búsqueda de resultados:
“Debemos argumentar más con el corazón y menos con la razón”.
La
primera vez que este periodista tuvo conocimiento de la existencia de esa
figura con estigma norteamericano fue con Diego Gerez, vinculado
con el emblemático barrio de La Chanca. Ha clamado mucho tiempo en el
desierto sin que se le reconociera esa labor de ayuda. Después supe de la
referencia en la Universidad con el prestigioso psicólogo Miguel Ángel Mañas
Rodríguez, colaborador de Canal Sur Radio y Televisión, que es una
autoridad europea con sus cursos a empresas y emprendedores. El coach
profesional Carlos Javier Álvarez Fernández (Sevilla, 1968) pertenece a la
Asociación Española de Coaching. Es Máster en Dirección de Recursos Humanos y
Organización. Escuela Superior de Gestión Comercial y Marketing (ESIC).
La
vida tiene meandros y todos queremos ser mejores y eficaces. Debemos admitir
que los adjetivos buenos o malos, por definición, responden a razones
subjetivas. Ese mapa habla de las cosas que nos pasan en la vida, con éxitos y fracasos. La
forma de ver la vida en ese mapa mental sirve para entender al otro y no todo
es dinero para motivar, argumenta.
Hay
pautas para romper la rutina y comentarios del tipo “ahora te veo que intenta
salir del paso. Ya veo que pasa algo”. Esa expresión me recuerda una columna de
Vicent en el que con ironía subrayaba que cuando alguien te dice “a ver si nos
vemos”, está diciendo “ojalá no te vea”.
A
partir de ahí conviene seguir un esquema para entender al otro con el fin
de recuperarlo. “En el trabajo todo pasa por escuchar con empatía, impulsar el
trabajo en equipo y pensar en positivo, celebrando el éxito. Traerá
liderazgo, aprecio y credibilidad. Sobran jefes y faltan líderes sensibles”.
Se
podría decir que al coaching Carlos Javier esos conocimientos le abrieron
puertas a una nueva forma de vivir la vida: “Me ayudó a ser el protagonista, a
ser consciente del presente, a marcarme metas y a perseguirlas con ilusión y
entusiasmo. A partir de ahí soy más compresivo con los demás y conmigo mismo,
en definitiva, a ser más feliz”.
Cree
que el coaching es una herramienta muy potente a la hora de ayudar a las
personas en su desarrollo personal y profesional: “Aporta mucha
satisfacción poder compartir y acompañar a los coachees (clientes)
en sus objetivos y éxitos”.
A Álvarez
le pedí que buscara diferencias entre el trabajo en el ámbito de lo público y
de los privado: “Más que diferencias diría que existen muchas similitudes en
cuanto áreas de mejora por parte de los dirigentes sean éstos del sector
público o privado, aspectos tan importantes como la comunicación bidireccional
sincera y oportuna, el reconocimiento profesional o la retribución emocional.
El reto a título general ha sido y seguirá siendo el contrato psicológico y
emocional de los empleados”.
La
principal fuente de riqueza de las empresas es su capital humano. Hay que ser
claro y directo a la hora de aportar y compartir feedback. Todos
deberíamos formular la pregunta por qué y para qué, concluye Álvarez.
Hay un libro, La paradoja de James
Hunter, editado por Debate, en el que en esta fábula formula las bases del
liderazgo consciente, fomentando que la empresa sea cómplice del desarrollo y
bienestar de los trabajadores. Este es un trabajo que recomienda el experto
Borja Vilaseca quien reitera: “Sobran jefes autoritarios y faltan líderes
inspiradores”. Todos necesitamos personas, trabajadores y jefes o padres que
sepan desarrollar el talento.