Carmen
Torres
Periodista
/ El Mundo
Las relaciones entre Ciudadanos y el Partido Popular parecen definitivamente deterioradas, no solo a nivel nacional, sino también en Andalucía. El PP puede perder definitivamente la alcaldía de Granada al no contar con el apoyo de C's. Pero la situación puede llegar más allá y afectar a las alcaldías de Roquetas de Mar y Almería, que ostenta el Partido Popular con la abstención de Ciudadanos. Reproducimos el artículo que publica la periodista Carmen Torres en el diario El Mundo:
Juan Marín |
El
divorcio entre el PP y Ciudadanos en Andalucía amenaza con extenderse a otras
capitales. Tras su desencuentro en Granada y Mijas, la tensión no cesa.
«En Almería va a haber fuego», advierten desde la dirección andaluza de
Ciudadanos, que ve insostenible la situación política del presidente del PP en
la provincia, Gabriel Amat, tanto en el Ayuntamiento que dirige, Roquetas de
Mar, como en la capital almeriense.
Los
intentos de ambos partidos por entenderse y ayudarse mutuamente en la comunidad
han fracasado desde el primer día. Tras las autonómicas de marzo del año
pasado, el presidente de Ciudadanos, Juan Marín, incluso intentó que el líder
del PP, Juan Manuel Moreno, presentara una candidatura a la investidura,
que pudiera salir adelante con la abstención de Ciudadanos y Podemos. El temor
a que el partido de Pablo Iglesias se negara hizo que el PP no asumiera el
riesgo y Susana Díaz acabó siendo investida con los votos a favor del partido
de Albert Rivera.
Desde
entonces, el desencuentro ha ido en aumento. El apoyo de Ciudadanos al PSOE ha
servido al PP para acusarle de mantener «las mismas políticas fracasadas de
los últimos 30 años en Andalucía».
La
competencia de ambos partidos, ideológicamente hermanados, por el mismo voto,
se ha acentuado con la reiteración de elecciones: autonómicas, municipales,
generales y otra vez generales. «Yo no me voy a dedicar a recoger firmas. Que
cada uno haga el teatro o el circo que quiera», aseguró Juan Marín el jueves en
el Parlamento, en referencia a la campaña del PP para pedir la supresión
del impuesto de sucesiones en Andalucía.
Precisamente,
Ciudadanos analiza con el PSOE la fórmula para eliminarlo en este ejercicio, y
lograr así una bajada fiscal como la lograda con la disminución del IRPF
pactada entre ambos. Su objetivo es demostrar que consigue un cambio en la
política fiscal desde la oposición, frente a los 30 años de trabajo
"inútil" en este sentido del PP.
Esta
competición ha sembrado una desconfianza entre sus líderes que no se ha
suavizado a pesar de los intentos por ambas partes. «Juanma Moreno debe
entender que si quiere gobernar en Andalucía dentro de tres años necesita a
Ciudadanos. ¿Quién le va a apoyar si no, Podemos e IU?», reflexionan desde la
dirección.
Por
su parte, los almuerzos organizados por Moreno con Juan Marín no consiguen el
deshielo. Tanto es así que el PP ha abierto una nueva vía de comunicacióncon
C's a través del presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, que sí mantiene
una buena relación con el partido en su provincia. «Con él sí se puede hablar»,
aseguran desde Ciudadanos, tras los primeros encuentros.
De
esta manera, las alianzas establecidas en alcaldías como la de Granada o
Almería siguen en riesgo. Tras la marcha de José Torres Hurtado todo son
reproches. El PP se siente traicionado por Ciudadanos, mientras que éste
considera que los populares le han «mentido» en varios compromisos. Desde que
el alcalde dimitiría a los cuatro meses de tomar posesión hasta que se
marcharía inmediatamente tras su detención.
Las
palabras de Moreno anunciando que el alcalde permanecería hasta declarar en el
juzgado en mayo desató la moción de censura impulsada por el PSOE con
el apoyo de C's. Esa maniobra se vio frustrada por la dimisión
del alcalde y ahora está pendiente de que el PSOE admita la condición
impuesta por C's: la renuncia de Mariano Lorente, responsable de Deportes
de la Diputación de Granada, que se sitúa a
un paso del juicio oral por presunto delito de prevaricación durante
su etapa como alcalde de Iznalloz. Un auto judicial considera que de las
pruebas practicadas «cabe concluir» que los hechos «pudieran ser constitutivos
del delito de prevaricación». «Puede
que finalmente el PP retenga la Alcaldía de Granada si Lorente no dimite.
Ciudadanos se abstendría», aclaran desde la dirección regional del partido.
Por
su parte, Ciudadanos ha
roto el pacto de gobierno que tenía con el PP en Mijas porque no podía
«mirar para otro lado» al destaparse irregularidades en las auditorías hechas
al anterior equipo de gobierno, y porque el PP estaba ejerciendo «una
oposición», además «sucia». A
estos conflictos puede sumarse en breve el de Almería. En junio del año pasado,
todo estaba preparado en Almería para la investidura del socialista Juan Carlos
Pérez Navas, pero la rectificación
de última hora de la dirección nacional de Ciudadanos provocó la
abstención de sus ediles, devolviendo la Alcaldía al PP de Luis Rogelio
Rodríguez-Comendador, la lista más votada.
Almería
se sumaba así al acuerdo firmado entre el presidente provincial del PP, Gabriel
Amat, y el coordinador provincial de Ciudadanos, Miguel Cazorla, para que el
primero mantuviera la alcaldía de Roquetas de Mar. El acuerdo entre Amat y
Cazorla establecía la lucha contra la corrupción como objetivo. Ese pacto
está a punto de saltar por los aires por la investigación del juzgado 1 de
Roquetas de Mar, que indaga desde 2012 si Amat regó de adjudicaciones a una
telaraña de 103 de empresas conectada a 53 familiares. En ese caso, podría
afectar también a la capital.
Un
informe de la Agencia Tributaria revela que Amat; su esposa y dos de sus hijascoparon
el 100% de una inmobiliaria que participaba en el canal Ondamar Almería,
que recibió contratos municipales entre 2006 y 2009. El Ayuntamiento de Almería
también la contrató durante el mandato de Rodríguez-Comendador.