Emilio Ruiz
El Consejo General de Ciudadanos (C’s) ha ratificado a Diego Clemente como cabeza de cartel en las elecciones al Congreso de los Diputados del 26 de junio. El partido de Albert Rivera se ha destacado hasta ahora como uno de los más exigentes, si no el que más, a la hora de pedir limpieza y transparencia a todos sus candidatos. No cabe duda de que si al concejal de Roquetas de Mar y anterior diputado se le ha ratificado en el puesto es porque la dirección de Ciudadanos no ha encontrado mancha alguna en ‘ciertas cosas’ que sobre él se están publicando. A pesar de eso, Diego Clemente debe hacer un esfuerzo de comunicación y seguir el mismo camino que practicó su compañero Miguel Cazorla cuando fue acusado también de irregularidades extrapolíticos. El actual portavoz de C’s en el Ayuntamiento de Almería se plantó ante la prensa y dio pelos y señales de su situación judicial. Y, efectivamente, en el asunto había más paja que grano, como después ha quedado demostrado judicialmente.
La Declaración de Bienes y Derechos presentada por Diego Clemente ante el Congreso de los Diputados requiere de ciertas aclaraciones. Como actividad privada declara -cito textualmente- que es “Arquitecto (obras en curso pero no ejercicio, sí colegiado”. (¿?). También, que es perito judicial. Sin embargo, sus únicos ingresos en 2015 se limitaron a los 14.455 euros que percibió como portavoz de C’s en el Ayuntamiento roquetero. Con estos ingresos tuvo que hacer frente a dos préstamos hipotecarios con saldo pendiente de casi 190.000 euros. Demasiado préstamo para tan pocos ingresos. Por otra parte, Clemente se declara titular de la totalidad de una empresa, valorada en 3.000 euros, que posee la mitad de las participaciones de otra sociedad que posee un solar sin edificar. Escaso valor, parece.
El periódico Confidencial Andaluz lleva unas semanas publicando informaciones sobre Diego Clemente que incitan a la duda. Dice que Bernardo Utrilla Ramírez ha presentado contra él en los juzgados de El Ejido una demanda por no atender sus compromisos dinerarios como partícipe de la sociedad Oniria Capital, endeudada en 86.036 euros. Esta sociedad no aparece en la declaración de bienes realizada por Diego Clemente al Congreso.
Ante estas informaciones, el candidato a diputado ha declarado que “denunciar es fácil, otra cosa será cómo resuelve la justicia. Me preocupa la fecha e intencionalidad, de momento no tengo nada más que decir, hablará la justicia”. Se equivoca Clemente si cree que sólo debe pronunciarse ante la justicia. Debe ser también transparente ante sus posibles electores. Si nada hay que ocultar –y esto casi seguro de que nada hay-, nada hay que callar.