Emilio Ruiz
Cuando faltan cuarenta días para acudir de nuevo a las urnas y cuando tan solo hace tres que Pablo Iglesias, el secretario general de Podemos, la tercera fuerza política del Estado con más de cinco millones de votos y setenta diputados, rompiera públicamente en lágrimas por la sola presencia ante él de Julio Anguita –cosas más extrañas estamos condenados a ver-, el cabeza de lista por Almería, Julio Rodríguez, ha girado visita a su circunscripción electoral para conocer y ser conocido por las bases de las tres formaciones políticas que le apoyan, el propio Podemos, IU y Equo. No se puede decir que el ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) haya recibido excesivo calor entre sus correligionarios.
En la jornada de mañana, Rodríguez ha defendido que es un militar demócrata, un militar progresista, algo que ciertamente es así. Lo de "para patriotas, los de Podemos” es un poco más dudoso. Alguien puede decir que no es propio de patriotas ir por comunidades y territorios ofreciendo referéndums de independencia a todo el que lo desee. Además, ¿qué es ser patriota? “Es estar con toda la gente y no con la que defiende unos determinados intereses", dice. El futuro diputado se ha dejado conducir por esa creencia de Podemos de que únicamente ellos son los que están con la gente. Respecto a los intereses, todos los partidos defienden unos determinados intereses.
En la jornada de tarde el candidato de Unidos Podemos se ha hecho la foto esperada. Ha posado junto a Rosalía Martín, coordinadora provincial de IU, y Joaquín Arnalte, co-portavoz de Equo. La primera ha sido protagonista de todos los medios nacionales por su malestar con la nominación ("No me arrepiento de lo que dije"). El segundo invitó días atrás al exJEMAD a la marcha anti-OTAN que su formación va a realizar al campamento de Viator. Es normal que la cara de los tres no irradiara luminosidad. El trago había que pasarlo y se pasó. Se guardó la compostura porque, sobre todo, educado hay que ser.
Mientras Julio Rodríguez ha venido a Almería a conocer a sus nuevos compañeros y a dejarse conocer por ellos, las redes sociales siguen inmersas en la polémica sobre su nombramiento. Algunos simpatizantes de Podemos se miran en el espejo del PP -Rafael Hernando- para justificar el dedazo. Otros manifiestan abiertamente su disconformidad, aún sabiendo que corren el riesgo de ser condenados a galeras. El ya candidato no ha aportado una sola razó que justifique su nominación por Almería, tal vez porque aún no la ha hallado. Tendrá que emplearse duro en los próximos días y meses para ganarse la confianza y simpatía de quienes ahora le ven como un ‘bicho raro’. Raro y bicho no por el hecho de ser un cunero, que cuneros los hay y los ha habido siempre, sino por las connotaciones que rodean a su nombramiento y a su personalidad. "Soy pacifista y antimilitarista", dijo para gabarse a la audiencia. Lo de pacifista sí, pero militar y antimilitarista al mismo tiempo no se puede ser. Excepto que se tenga doble personalidad, que no es el caso.
Las tiernas lágrimas derramadas por Pablo Iglesias sobre Julio Anguita no son más que una prueba de que la transversalidad de Podemos nos puede proporcionar muchas jornadas de gloria, cuando no de espantoso ridículo. Quizás lo de Julio Rodríguez se quede en una simple anécdota.
La visita a Almería de Julio Rodríguez, en imágenes: