Antonio Gilgado
@Agilgado / Hoy
Churchill decía que hay gente que ve una oportunidad en la crisis y otros que solo ven crisis ante cualquier oportunidad. Apelando al carismático primer ministro británico, Nicolás López, director general de expansión de Cajamar, responde a lo que muchos podrían ver como un contrasentido de su entidad. En un contexto financiero marcado por el repliegue generalizado a base de cierre de oficinas y concentración de servicios, su banco decide expandirse por Extremadura y abre en Félix Valverde Lillo la primera sucursal en la región. Y con la intención de que pronto deje de ser la única.
La nueva oficina (Foto: Hoy) |
Su presidente, Eduardo Baamonde, desvinculó su presencia en la región con la futura alianza de Acorex con Dcoop, cliente de Cajamar. «Las decisiones que tomen nuestros clientes deben ser empresariales. La única recomendación que nos atrevemos a hacer es que se conciban integraciones a largo plazo, que es la mismo que nos aplicamos a nosotros mismos». Cajamar, según su presidente, mantiene una relación muy cordial con las otras rurales que operan aquí. Con la de Almendralejo incluso participa en el mismo banco de crédito cooperativo. «No venimos a restarle trozos de la tarta a nadie, sino a hacerla más grande».
Cajamar nació hace cincuenta años en Almería, en pleno desierto, apostando por un sector que entonces no existía -el hortícola- y financiado a agricultores que ni tan siquiera lo eran en ese momento, la mayoría se ganaban la vida en la vendimia francesa. Los responsables de Cajamar Caja Rural reivindicaron ayer la visión de futuro y la apuesta por un sector que les ha llevado a ser la entidad líder de financiación agroalimentaria en España, con una cuota de mercado próxima al 14 %.
Una razón de peso para que el presidente de la cooperativa cambie el sentido de la pregunta y no se cuestione por qué vienen a Extremadura, si no por qué no lo han hecho antes. Mérida, reconoció Baamonde , es un punto estratégico porque las principales agroalimentarias extremeñas tienen aquí su sede y era una forma de estar cerca de sus clientes. El presidente recordó ayer que nacieron con y para el sector agroalimentario y mantienen esa misma misión. Cubren todas las fases de la cadena, la producción, la comercialización y la distribución. Estos registros sólo se consiguen, explican, con un servicio muy especializado y fomentando la proximidad.
Cajamar cuenta ya con clientes importantes de Mérida y creen que mantener esa política de proximidad exige el desembarco en la ciudad para ayudarles en la internacionalización, el mejor cortafuegos contra la crisis. En un mundo donde la población crece y come cada vez más y mejor, el mercado agroalimentario se ve como una gran oportunidad. «Nos hubiese gustado llegar antes, pero hemos esperado a consolidarnos en el plano nacional».
Cajamar cuenta ya con clientes importantes de Mérida y creen que mantener esa política de proximidad exige el desembarco en la ciudad para ayudarles en la internacionalización, el mejor cortafuegos contra la crisis. En un mundo donde la población crece y come cada vez más y mejor, el mercado agroalimentario se ve como una gran oportunidad. «Nos hubiese gustado llegar antes, pero hemos esperado a consolidarnos en el plano nacional».