Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista
José
Sacristán ya tiene su butaca en el Teatro Auditorio de El Ejido. Número 7
de la fila 14 (Nivel A): “Asiento de José Sacristán. 39 Festival de Teatro de
El Ejido. 4, junio, 2016” .
El Festival ha querido reconocer la personalidad, creatividad, honestidad y
coherencia del actor José Sacristán, con la colocación de una placa en el
respaldo de la butaca. Este reconocimiento es el primero de lo que la
organización del Festival pretende ir ampliando con otros nombres. Así queda
constancia testimonial para la memoria cultural del gran protagonismo que el
teatro desarrolla desde El Ejido. Y José Sacristán tiene méritos de sobra para
ser el primero de la lista. Y como prueba, fue la genial representación que su
voz fue desgranando, junto al actor Javier Godino, durante los 75 minutos, sin
descanso, de la representación, en la noche del sábado.
José Sacristán |
La
voz del actor construyó una extraordinaria atmósfera teatral, para el impulso
dramático narrador que exige la obra Muñeca de porcelana (China Doll) del
dramaturgo norteamericano David Mamet, una obra que el autor escribió para el
actor Al Pacino. Y quién mejor que el actor José Sacristán para la versión en
castellano. El genio creativo del actor desarrolló todas las sensaciones
posibles y mundos internos de la palabra, en la representación. La voz y la
palabra de José Sacristán, un actor comprometido con la realidad actual, con un
profundo sentido crítico frente a los acontecimientos, se introduce a fondo en
una historia que pone patas arriba las miserias del gran capital, del poder
financiero, de la ambición personal, capaz de desmoronar lo cultural, social y
económico de toda la sociedad en favor de los poderes fácticos. Esta realidad
está presente en Muñeca de porcelana, en lo que ha plasmado David Mamet, un
autor que ejerce su sentido crítico contra los intereses del sistema. Lo que
transmite Muñeca de porcelana es aplicable a la realidad de nuestro país. La
obra teatral ha venido que ni pintada ante la crisis. Algo que agradecer al
Festival de Teatro de El Ejido por su programación.
José
Sacristán tuvo palabras de reconocimiento para los 40 años del Festival de
Teatro de El Ejido, como algo extraordinario para un panorama cultural que
sobrevive frente a la crisis con un sistema que ha hecho todo lo posible para deslegitimar
y desestabilizar el teatro, el cine y el resto de mundos culturales en España.
El
recordatorio de los 40 años, sin embargo, tiene sus precedentes, sobre todo en
la iniciativa del entonces profesor Juan Manuel Llerena Pachón, director del
Instituto de Santo Domingo y verdadero padre de la idea del Festival y
merecedor de un reconocimiento oficial extraordinario, a quien entonces
acompañaron escritores como Lauro Olmo, Pilar Enciso y jóvenes alumnos como
Elías Palmero y Gabriel Martín Cuenca. El prólogo del Festival está en 1973
(más de cuarenta años, por consiguiente), con el nacimiento del grupo ejidense
Los Juglares. En 1974 se programa el I Concurso de representaciones de teatro
infantil y juvenil. En 1975, ya comparecen grupos de Granada y Huelva. Y es en
1976, aparte del ámbito infantil y juvenil, cuando la programación se extiende
a toda Andalucía y posteriormente al ámbito nacional. En el Festival,
comparecen, desde el principio, dos niveles, año tras año, el teatro
aficionado, como escuela teatral, y el nacional. Según Elías Palmero, autor de
la historia del festival; “El Ejido ha encontrado en el Festival de Teatro un
medio de identificación”.
Elías
Palmero, en Historia de una inquietud colectiva (cuaderno monográfico de
alumnos del IES de Santo Domingo, coordinado por la profesora Concha
Sanfrancisco, 2001) plantea el sentido del teatro frente a la realidad, “el
teatro se ha concebido como una protesta contra el orden establecido y un
rechazo transmitido a través de una individualidad y de un discurso poético de
la situación del ser humano dentro de su cultura”. Más o menos lo mismo que
José Sacristán dijo y transmitió en la noche del sábado con Muñeca de porcelana.
Toda una apoteosis del pensamiento crítico teatral.