Leer el cine, en silencio

Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista

Se puede utilizar el cine como motivo de inspiración en el terreno literario y viceversa. Exige el silencio en la sala y en el lector. Hoja tras hoja, la imagen traspasa el umbral de la pantalla y traslada al libro de papel las sensaciones que provoca ese extraño hermanamiento que une Literatura y Cine. Es la propuesta de la escritora Pilar Quirosa-Cheyrouze (Tetuán, Marruecos, 1956) en su libro Séptima cornisa (Edición Playa de Ákaba, 2015). La presentación del libro está programada para los actos de Carboneras Literaria, el 23 de junio, en la biblioteca de Carboneras.

Pilar Quirosa-Cheyrouze

Cine y poesía, cine y narrativa, la literatura aprisionada en la gran pantalla, en este caso, de la imaginación del lector. El prólogo es de Yolanda Cruz: “La séptima fila es la mejor ubicación de una sala de proyección para ver una película… Asomarse al precipicio desde el que se eleva esta séptima cornisa es asistir a una partida de ajedrez…La séptima cornisa de Pilar Quirosa es un alegato a favor de la verdad, la amistad, el amor, la fuerza y la vida”. Y epílogo de Noemí Trujillo: “La estética es muy importante en este libro…, leer este texto es como escuchar una sinfonía, como jugar al ajedrez, como pasear descalzo por la playa una noche con luna…”.

El libro consta de cuatro partes, sin índice, lo que permite un recorrido y visualización en todas las direcciones, con la originalidad en la observación cinematográfica desde una actitud poética, algo más que ir al cine y asistir en silencio a la proyección. En la primera parte hay una relación de cuadros-escenas; con dos personajes: Yolanda y Eloy, en la realización de un cortometraje, asunto que se sumerge durante todo el libro con desapariciones y resurrecciones; con distintas referencias al paisaje en la segunda parte, en torno a una ruptura de personajes desde una visión literaria de Cabo de Gata; una tercera parte donde se imagina una partida de ajedrez, entre extraños. Y una cuarta parte, con el juego del anonimato de las palabras escritas.

Pilar Quirosa hace una propuesta de encuentro con la imagen, en sentido inverso. Es la palabra lo que abre la posibilidad de sugerir la historia de las imágenes que esconde el texto, que aporta una serie de significativas citas y menciones a lo largo del libro: Nietsche, Henry Miller, Ingmar Bergman, Cesare Pavese, Eric Rohmer Chaplin, Buñuel, Robert Mapplethorpe, Juan José Campanella, Kerouac, Borroughs, Peter Doherti, Mahler, Silvio Rodríguez, Bob Dylan, Daisy y el Pato Donald, Richard Burton, Picasso, Matisse, Modigliani y una mención muy significativa a El Grito, de Munch. Prevalece el misterio, con la expresiva alusión al sentido de la contemplación en El séptimo sello, de Ingmar Bergman, y a El año pasado en Marienbad, de Alain Resnais. Lo que contemplamos desde el silencio de cada lector puede ser una historia de amor, de amargura, de desesperación, de pérdidas y ausencias, de largas esperas. Están aquí todas las películas que pueda interpretar el lector. Las palabras escritas se transforman en miles de imágenes con miles de miradas. Nada como un primer plano para encontrarse con el personaje perdido y  recuperado, en medio del Mediterráneo, entre la palabra y la música. 

La narración se transforma y domina el relato. El lector se siente observado, desde la pantalla y desde las hojas del libro, con la estrategia de la realización cinematográfica. Cine dentro de la literatura imaginada. Sentido del espejo donde el lector se mira y la contemplación surte efecto: “Aquello de viajar al fondo de uno mismo…Puede que ahí esté el abismo” A lo largo del recorrido esta muy presente la insinuación musical, y, sobretodo, los silencios que marcan el cosmos del tiempo cinematográfico y literario.

No se trata de descifrar la historia de Séptima cornisa, de buscar explicaciones. Al final, lo importante es lo que el lector ha sentido en silencio. Es la gran importancia del Cine y la Literatura, sobretodo cuando van de la mano.