Gabriel Guirado Crespo
Amigos de la Alcazaba
Hay lugares que perviven en nuestra mente con recuerdos de entrañables momentos vividos. Lugares donde se forjan proyectos, amistades, amores... Lugares inseparables del paisaje y de nuestra memoria. Son lugares que forman parte de nuestra ciudad y de nosotros mismos. También de nuestra historia. El bar Bahía de Palma es uno de esos lugares.
En pleno Centro Histórico de Almería, junto a la plaza del Ayuntamiento, próximo a la Catedral y lugar obligado de paso hacia la Alcazaba , hace ya 54 años que abrió las puertas el establecimiento, que hoy regentan Carmen y Ramón, en los bajos de un bonito edificio de nuestra Almería decimonónica. Nada más entrar, sentimos el abrazo amigo de un lugar especial entre sus paredes decoradas con fotografías de flamenco y toros; testigos mudas de múltiples tertulias y actuaciones de flamenco. Y qué decirles de sus fantásticas tapas de bacalao a la vizcaína, atún encebollado o la jibia en salsa.
Vista exterior |
La barra |
Hoy, Carmen y Ramón han lanzado un grito desesperado de ayuda. El Bahía de Palma se ha hecho invisible y agoniza oculto entre la nube de polvo y el corte del acceso que lo une con la plaza del Ayuntamiento a causa de las interminables obras que se vienen sucediendo en la Casa Consistorial , lo que está ocasionando que el negocio se desangre rápidamente por la pérdida de la clientela.
Ante la indolencia de los técnicos del Ayuntamiento para resolver esta situación de injusticia que se aventura dilatada en el tiempo, Ramón ha solicitado una entrevista, que no llega nunca y aguarda desesperadamente, con el alcalde de Almería, don Ramón Fernández-Pacheco, y en la que tiene depositada todas sus esperanzas para no tener que echar el cierre y verse él, su mujer y sus empleados en la calle después de toda una vida entregada a dar vida al Casco Histórico de Almería. Pero la entrevista no llega y el tiempo corre irremisiblemente como un aliado de su desgracia.
El Ayuntamiento es la administración pública más próxima al ciudadano. La cercanía, la sensibilidad y el cariño deben acompañar las relaciones del alcalde con sus conciudadanos. Estoy seguro de que estas cualidades concurren en nuestro alcalde. Sr. alcalde, el Bahía de Palma agoniza, y Carmen y Ramón solo quieren que les conceda una entrevista.