Antonia Sánchez Villanueva
Periodista
No hay nada cerrado aún, pero sí contactos iniciados, concretos y formales. Un fondo de inversión de origen norteamericano especializado en el ámbito deportivo, cuyo nombre no ha trascendido, está interesado en la compra del club de fútbol de la ciudad, la Unión Deportiva Almería, por la que estaría dispuesto a pagar hasta veinte millones de euros. La primera toma de posición en nombre de dicho fondo la hizo una empresa granadina de intermediación hace un par de semanas. En su agenda también barajan otros equipos españoles de Segunda División, como el Córdoba y el Valladolid.
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| ¿Hay que relacionar esta oferta con la ausencia de fichajes? |
Aunque el precio de la operación no ha sido confirmado totalmente, rondaría los 20 millones de euros, sobre una petición inicial de 30 millones por parte de la entidad rojiblanca. Su presidente, Alfonso García, ha mostrado un cierto escepticismo y ha señalado que este contacto del fondo americano se añade a otras ofertas anteriores de inversores extranjeros que se han interesado por el club. La directiva que él encabeza quiere tener garantías de la solvencia de los inversores, por lo que ha pedido a la empresa intermediaria datos económicos y jurídicos que avalen la seriedad del comprador, una información que todavía no obra en su poder.
Además, el Almería pone como condición irrenunciable en la posible operación de compra que se mantenga el proyecto deportivo que actualmente tiene el club, así como que el equipo técnico tenga continuidad. Mientras esas garantías no estén claras, la operación no avanzaría, aunque es cierto que, por ahora, el club no ha formalizado ningún fichaje de jugadores a pesar de que estamos inmersos en pleno calendario de contrataciones y refuerzos de cara a la próxima liga que comienza en agosto. El equipo ha comenzado la pretemporada con entrenamientos y test médicos pero, con esta posible operación de compra de por medio, los nombres que suenan para las filas rojiblancas no terminan de concretarse.
La globalización del fútbol es un hecho. La crisis ha provocado un cambio de rumbo en los clubes de la Liga que, a su vez, son lo suficientemente atractivos para atraer a inversores de fuera para salvar su maltrecha situación económica. El perfil de estos compradores son magnates de distintos rincones del mundo -americanos, árabes, chinos o rusos-, grandes amantes del deporte y cuyo sueño es tener un club en propiedad que le permita beneficios sociales y contactos con autoridades a los que les sería más difícil llegar.
