Bienvenido a Almería, ‘Mister Talgo VI’

Fernando Cuadrado
Periodista


Cuando los habitantes del famoso municipio de Villar del Río esperaban con ansia la llegada de los americanos, que llevarían una lluvia de dólares a las maltrechas infraestructuras y gentes del pueblo, lo hacían con inquietud, con ilusiones y pensando que desde aquel día nada volvería a ser como antes en el pueblo. Ese pueblo, inventado por Luis García Berlanga, mostraba o pretendía mostrar pasando los cortes de la censura, cómo era la España de los años 50 del siglo pasado. La España del hambre, de la postguerra y la que esperaba con los brazos abiertos el Plan Marshall. Ese plan estadounidense que se puso en marcha para Europa después de la II Guerra Mundial y así poder “reconstruir” y dar fuerzas a un continente, que como los habitantes de Villar del Río, buscaba esperanza después de la destrucción y de los sinsentidos de una guerra. Ya saben el final de la historia.. ese Plan nunca llegó a nuestro país.

Los horarios

Pues no sé si hoy los almerienses vamos a recibir al “nuevo” Talgo VI de ese modo. En primer lugar porque no es nuevo. Sí es cierto que presenta unas composiciones diferentes, eso sí, reformadas y con nuevos asientos y hasta enchufes en los asientos para aquellos que disfrutan durante las más de seis horas yendo o viniendo de Madrid montandos en el caballo de hierro del ferrocarril. Ganamos en confort, algo positivo, y hasta en tiempo. Ha habido debate sobre lo mucho o poco que se puede hacer en los siete y veintitrés minutos, respectivamente, en los que se acorta el viaje. No voy a debatir sobre eso, cada uno emplea su tiempo como mejor le parece, faltaría más.

Pero volviendo al meollo del tema. La Mesa del Ferrocarril va a ir a eso de las 14:22 horas a recibir al nuevo Talgo VI. Que, tras tres paradas en otras tantas estaciones intermedias (Alcázar de San Juan, Linares-Baeza y Guadix), completará su viaje desde la capital de España, lugar del que salió a las 08:00 horas. Es decir, un viaje de seis horas y veintidós minutos, aunque si miran en la web de Renfe se preguntarán por qué pone que el viaje dura “6 horas y 3 minutos”. Tranquilos, hecha la Ley, hecha la trampa.

Ciertas comodidades

Es cierto que dura 6 horas y 3 minutos si se suben en Atocha, pero no si lo hicieron en el “origen” que es la estación de Chamartín. La letra pequeña Y luego los detalles, la letra pequeña de esta historia. Muchos ya lo sabrán, pero por lo menos durante un par de días, se supone que hasta pasado mañana solo habrá un tren Talgo VI, el que salga de Madrid por la mañana y se vaya de Almería por la tarde a las 16:05 horas y que llegará a la capital de España a las 22:33 a Chamartín, a las 22:19 a Atocha.

El otro tren, el que sale de Almería por la mañana a las 7:30 no es un Talgo VI, repito y que no se enfade nadie, al menos durante un par de días. Pero bueno, vamos a quedarnos en que ganamos en confort, que tendremos un coche-cafetería más moderno y funcional aunque sigamos sin poder diferenciar la clase Turista de la antigua 1ª, si salvamos los asientos (tres por línea en ese modelo y cuatro en la Turista normal de toda la vida).

Seamos positivos, en esto del tren y en todo lo demás. Ya queda un día menos para que las comunicaciones desde Almería sean mejores, pero desde luego que habrá que seguir luchando, todos los días y sin olvidar el porqué de esa lucha. Y bueno... aunque no tengamos al gran Pepe Isbert diciéndonos aquello de “Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación que os debo os la voy a pagar” recibiremos al “nuevo” tren, así que ya saben... Bienvenido ‘Mister Talgo VI’