Las Salinas de Roquetas: segundo round

Juan Pablo Yakubiuk
Arquitecto y concejal de IU en el Ayuntamiento de Roquetas de Mar

Como si de un combate de lucha se tratara, aquel proyecto que la movilización vecinal tumbó en la lona en 2011, con la ayuda de un juez que no ha contado hasta diez sino hasta cinco años, la urbanización de Las Salinas de Roquetas vuelve a plantar batalla. Y utilizo esta figura porque esto no es solo un proyecto de Gabriel Amat, que es verdad se juega su fortuna, su retiro político en paz y la multimillonaria herencia que pensaba dejar, sino de un conglomerado de intereses capitalistas del que el alcalde se yergue una vez más como su principal valedor.

Gráfico de IU de Roquetas sobre Las Salinas

No distraigamos un segundo la mirada de los puños de este agresivo y veloz púgil: su arremetida es por imponer un modelo de territorio, de ciudad, donde lo que seguirá primando es la especulación, el pelotazo, lo patrimonial frente a otra apuesta que defendemos los que queremos una actividad económica basada en la recuperación de nuestra identidad como pueblo, de nuestros espacios naturales e históricos y de la ciudad como derecho para desarrollarnos, no como un negocio para unos pocos.

La lucha ya ha empezado de nuevo y Amat y sus socios políticos y mercantiles han comenzado a desplegar sus armas. Se habla de que no se tocará la zona de La Ribera de La Algaida, de que Turaniana correrá la misma suerte, se intenta desautorizar al mensajero, al que alza la voz. Se intenta una vez más blindar esta operación multimillonaria poniendo de por medio infraestructuras que Roquetas necesita como pueden ser el Hospital, La Variante o el futuro Instituto de Las Salinas.

No debemos caer en la trampa que nos tienden y no debemos enfrentarnos vecinos con vecinos. Todos estos equipamientos pueden conseguirse sin necesidad de urbanizar casi dos millones de metros cuadrados de suelos rústicos que abren la puerta a ocho mil nuevas viviendas. Recordad: usarán todos los recursos mediáticos para vender las supuestas bondades de esta macro urbanización que ha levantado la indignación en toda España.

Es muy probable que con el ahora gran porcentaje de suelos en propiedad del ayuntamiento en el Z-SAL-01, “gracias” a la adenda del convenio de la Variante y las expropiaciones no realizadas por la Junta, Amat intente hacer un convenio urbanístico con alguno de los grandes propietarios a cambio de los costes de edificación de, por ejemplo, el hospital. Una vez más: un rescate de negocios ruinosos con dinero y patrimonio público, de unas fincas que como hemos desvelado acumulan más de 110 millones de euros de deudas hipotecarias.

Existe ya un consenso sobre lo injustificable que es seguir urbanizando y construyendo viviendas, más en una zona natural y arqueológica tan rica como ésta. Pero no hay que descuidarse: hay más razones para reforzar esta oposición como es el hecho de que los costes de urbanización los financiaremos todos los vecinos, sin garantías de que los podamos recuperar. Y otra más: ¿Quién asumirá los costes de mantenimiento de esta casi nueva ciudad? Lo sabéis: el resto de vecinos. Solo basta pasear por la actual barriada de Las Salinas, y de muchas nuevas urbanizaciones, para comprobar el fracaso de este modelo de urbanismo por sus altos costes de servicios y la falta de control de las inversiones de los promotores.

Como dice el urbanista Bernardo Secchi “es aconsejable la adopción de políticas que no se basen en obras grandes y espectaculares, sino que intervengan de una manera difusa para garantizar porosidad, permeabilidad y accesibilidad a la naturaleza y a las personas: a todos, sin distinción” (*). Todo lo contrario a lo que se nos plantea con Las Salinas: urbanización faraónica mientras se desatienden los barrios existentes.

Es por esto que es vital una vez más la movilización de todos los vecinos de Roquetas: asociaciones, colectivos, partidos, vecinos a título individual. Es la hora de arremangarse y mojarse de nuevo, ya que nos jugamos nuestro futuro como pueblo frente a los que quieren hipotecar financiera y medioambientalmente a las futuras generaciones de roqueteros. Ayer la Plataforma de Afectados por Las Salinas, hoy Serbal y Ecologistas en Acción: todos ellos han plantado cara y han recogido el apoyo de vecinos y de todos los rincones de España. Hay que salir a la calle, a informarse y a informar, a debatir y a marchar juntos para evitar las políticas que nos han llevado a esta crisis.

(*) Bernardo Secchi: “La ciudad de los ricos y la ciudad de los pobres”. Ed. Catarata. Recomiendo encarecidamente su lectura.