Miguel Ángel Vázquez
Portavoz del Gobierno de Andalucía
En Andalucía el 18,7% de la población adulta muestra síntomas de obesidad, un porcentaje que se dispara al 22,5% en el tramo de edad infantil y juvenil. Con estos datos, está claro que el exceso de peso supone una preocupación desde el punto de vista de la salud pública: perjudica seriamente a uno de cada cinco andaluces. Los malos hábitos alimentarios y el sedentarismo representan el 10% de las causas de mortalidad y de discapacidad y son factores determinantes para desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, así como graves problemas cardiovasculares. Por tanto, las personas con sobrepeso y obesidad constituyen un grupo de riesgo sanitario y su situación ha de ser un problema prioritario de salud pública. Ante esta realidad, el Gobierno que preside Susana Díaz está elaborando una ley promoción de una vida activa y una alimentación equilibrada en Andalucía para intentar revertir la situación.
La problemática del peso |
Este texto no nace con espíritu punitivo sino de concienciación. Así se quiere llegar a familias, centros educativos, empresas, centros de mayores y personas con discapacidad, sector agroalimentario y a la industria de la alimentación, turismo, urbanismo, medios de comunicación, a la publicidad… Se pretende crear entornos saludables y favorecer políticas de transporte activo y movilidad sostenible, rutas seguras y libres de tráfico para caminar o ir en bici, aparcamientos de bicis en empresas o acceso a instalaciones deportivas, de ocio y de tiempo libre. En el ámbito educativo, se apuesta por un mínimo de 5 horas semanales de actividad y ejercicio físico, recreos con juegos de acción, mayor oferta de actividades extraescolares para ejercicio físico e inclusivo y la promoción de una dieta saludable.
Otro de los objetivos es proteger a la población frente a la publicidad y el patrocinio de alimentos y bebidas y que toda la ciudadanía reciba una información veraz sobre su calidad nutricional. Frente a los efectos que tienen en la población infantil u adolescente, se establecen nuevas limitaciones para las campañas publicitarias dirigidas a menores de 15 años, sistemas de autocontrol sobre la información que suministran y acuerdos de regulación voluntarios con operadores económicos y profesionales en materia de publicidad. También es una prioridad prevenir los trastornos de la conducta alimentaria y otros asociados a una distorsión negativa de la propia imagen corporal, como la anorexia o bulimia. Por eso, hay que contrarrestar las actitudes discriminatorias, prejuicios y estereotipos y fomentar valores sobre una imagen corporal diversa.
En definitiva, Andalucía prepara una ley pionera, la primera en España para prevenir la obesidad y mejorar la calidad de vida de las personas que la sufren. Una apuesta por el bienestar.