Juan Torrijos
Periodista
Vemos que las puertas giratorias siguen funcionando en la política. A María Muñiz sus compañeros del PP tenían que darle un sueldo y si no ha podido ser como Gerente de Urbanismo, los 3.725 euros al mes le van a llover como asesora de esa misma área. No es lo mismo, es cierto, se cobra más como Gerente, pero tampoco es para hacerle ascos en los tiempos que vivimos y con los años que nos coge a la soldada de asesora. Mi enhorabuena, María. Las necesidades de un buen sueldo las tienen todas las familias metidas en política. Las demás se pueden ir apuntando a las listas del INEM.
María Muñiz, nueva asesora municipal |
¡Y luego quieren que les sigamos queriendo! Las puertas, las ventanas y hasta las claraboyas están siempre abiertas y dispuestas para los políticos. Son los listos del país y nosotros los garrulos que pagamos sus prebendas, sus juergas y sus buenos sueldos. No creo que muchos almerienses puedan decir que cobran los tres mil y pico que va a recibir la asesora doña María. Esperemos que por lo menos asesore bien.
Decían el PSOE, CS e IU desde la oposición que no hacía falta una Gerente de urbanismo, pero debe ser que una asesora sí es necesaria. Es evidente que son tan inútiles estos políticos que tenemos que si no fuera por los asesores no serían capaces de hacer su trabajo. Tienen negros para que les escriban los artículos que ustedes leen en la prensa, secretarias para que les redacten las cartas, técnicos que les hacen los informes y, por si les faltaba algo, asesores para que les aconsejen en el trabajo encomendado. ¿Qué hacen los políticos? De verdad me gustaría saber qué son capaces de hacer, aparte de criticarse los unos a los otros de cara a la galería y después ponerse de acuerdo en las cuestiones que les afectan a sus bolsillos, familias y compañeros de partido. Y luego quieren que les queramos.
Un millón de euros al año le cuestan al contribuyente capitalino los asesores que disfrutan los concejales en el Ayuntamiento. Un millón al año, se dice pronto. El problema, que si desaparecieran esos asesores municipales se les vería a los políticos las vergüenzas y conoceríamos la realidad de los que están gobernando la capital. Se comenta que hay mucha chatarra en la Plaza Vieja, lo que no se nos ha dicho es si está en los sillones del salón o sentados en ellos.