Emilio Ruiz
El matrimonio formado por los ejidenses Antonio García Navarro y María del Carmen Escobar Molina tuvo una muy numerosa prole. Su hijo Manuel, Manolo Escobar, ha sido el más conocido, pero también lo fueron Baldomero, Salvador y Juan Gabriel, que acompañaron a su hermano en los espectáculos durante muchos años. Otro hermano, José María, empleado de Correos, fue el autor de la popularísima canción dedicada a su madre, Madrecita María del Carmen. Fueron en total diez hermanos, ocho hombres y dos mujeres. Solamente un descendiente de tan numerosa familia ha seguido la senda artística. Es Carlo Escobar, hijo de María del Carmen, la mayor de las hermanas.
Carlo Escobar |
Todos los nietos del matrimonio de El Ejido nacieron fuera de la tierra natal de los abuelos, principalmente en Barcelona, a donde emigraron los progenitores. Todos menos uno, precisamente Carlo, que es de El Ejido. “Mi padre era de Santo Domingo y mi madre de Las Norias y siempre sintieron añoranza por su pueblo, y en 1959 volvieron y montaron una carnicería en el mercado de El Ejido. Fue cuando nací yo. En 1962 de nuevo regresamos a Barcelona”.
En Cataluña Carlo alternó sus estudios de música con una vida profesional relacionada con la banca. En 1987 su empresa le trasladó a Madrid y fue en la capital donde grabó su primer disco e hizo sus primeras apariciones en televisión. Dio el salto a México para dedicarse principalmente a la producción artística. Al morir su padre regresó de nuevo a España. Hace tres años, tras la muerte de Manolo, retomó su vocación artística.
¿Cómo fue tomar la decisión de subirse de nuevo a los escenarios tras varios años retirado?
La muerte de mi tío, hace ahora tres años, me supuso un fuerte impacto emocional. Estaba muy unido a él. Desconozco el caso de otras personas que hayan nacido en el seno de una familia con alguien que haya representado tanto para tantas personas. Para mí, mi tío fue un regalo que me dio la vida. Tener el privilegio de poder jugar en mi infancia con sus medios de trabajo (los trajes de sus actuaciones, sus guitarras y las de mis tíos), así como convivir con su ejemplo y consejos ha sido algo demasiado importante en mi vida como para no influenciarla. Soy el único miembro de la familia que ha conectado con su misma vocación musical y artística. Pensé que tenía que hacer algo.
El mes pasado empezó la gira de Memorias Compartidas |
¿Y a ese algo lo ha bautizado con el nombre de Memorias compartidas?
Efectivamente, no ha sido un proyecto improvisado, sino elaborado durante dos años, tras cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento. Mi espectáculo comparte mis canciones y los éxitos más conocidos de mi tío. Presento al público canciones propias, escritas en esta nueva etapa bajo el título Renacer, pero también interpreto canciones suyas. Siempre empiezo el espectáculo con Madrecita María del Carmen. Por varias razones: una, porque está dedicada a mi abuela materna y, además, mi madrina; otra, porque creo que era la que con más hondo sentimiento cantaba mi tío, y hay una tercera, que es el autor, mi tío José María, un hombre cuya vida fue ejemplo de humildad y honestidad y con quien pude compartir muchos momentos, así como mantener largas conversaciones sobre nuestra mutua pasión, la música. También interpreto Y Viva España, Mi Carro, El Porompompero…, en definitiva, sus principales éxitos en la voz de alguien de su familia, en mi voz.
La familia ejidense de los Escobar casi al completo |
En su repertorio hay una canción dedicada a su pueblo natal, El Ejido. Supongo que le gustaría interpretarla ante sus paisanos.
Sí, es un gran deseo que espero ver hecho realidad. Es una canción con la que me emociono mucho porque, aunque me fui de El Ejido cuando era un bebé, mi padre constantemente me transmitía una devoción casi inusitada por mi tierra. La he compuesto con muchísimo amor, y sí, es verdad que me gustaría poder interpretarla en mi pueblo.