Emilio Ruiz
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Hace seis meses que Eduardo Baamonde Noche (Villalba, Lugo, 1964) asumió la presidencia de Cajamar. Sustituyó en el cargo a un histórico de la entidad, Juan de la Cruz Cárdenas, que consideró que había llegado el momento de apostar por una persona ajena a Almería y al organigrama tradicional del consejo y la dirección de la caja para “dejar el pasado para la historia y mirar solo hacia el futuro".
Es obvio que medio año no es tiempo suficiente para desarrollar ningún proyecto de envergadura, pero sí lo es para que el nuevo presidente de la cooperativa de crédito almeriense pueda valorar el pulso de la entidad en el momento presente y la situación en la que vive el sector. Cajamar es la entidad financiera de referencia en la provincia de Almería. Su cuota de mercado provincial es del 41 % en financiación y del 50 % en depósitos.
La reestructuración del sector bancario, la nueva supervisión y la transformación digital están produciendo una modificación del funcionamiento tradicional de los bancos y cajas. Por servicios que antes no se cobraba nada, incluso se bonificaba, ahora se cobra; la operativa es cada vez más digital y menos presencial, apenas se retribuyen los ahorros de los clientes, se ofrecen productos financieros poco conocidos para el ahorrador familiar como fondos de inversión… Como en el resto de entidades, también el cliente de Cajamar está notando estos cambios.
A todas estas cuestiones y otras que le hemos planteado responde el presidente de Cajamar en la primera entrevista que concede a un medio de comunicación almeriense.
"Creo que los almerienses son conscientes de nuestra singularidad" (Foto: La Opinión de Almería) |
Uno de los retos que se marcó tras su nombramiento fue que Cajamar no perdiera la esencia “que nos ha hecho ser lo que somos”. ¿No tiene la sensación de que Cajamar se parece cada vez más a un banco convencional?
De igual manera que la Almería de hoy no es la misma que la de hace cincuenta años, Cajamar también está obligada a evolucionar, a adaptarse a la nueva realidad, usos y formas del sistema financiero español. Eso sí, sin perder un ápice de los principios y valores que la han hecho ser lo que es y ganarse la confianza de los almerienses. Nuestra entidad está obligada a cumplir los requerimientos actuales de la nueva regulación y supervisión bancaria europea. En eso nos parecemos a las demás entidades. Pero creo que los almerienses son conscientes de nuestra singularidad, así como de lo que nos distingue por nuestro origen, vinculación e implicación en esta provincia.
"Cajamar lideró la creación del Banco de Crédito Cooperativo (BCC), entre otras cosas para favorecer la captación de capital en los mercados"
En su toma de posesión manifestó que las cajas rurales deben buscar aliados fuera de España. Sin embargo han paralizado la entrada de Generali en el accionado de su banco. ¿Siguen creyendo necesaria la entrada de capital extranjero?
Cajamar lideró la creación del Banco de Crédito Cooperativo (BCC), entre otras cosas para favorecer la captación de capital en los mercados. Se hizo siguiendo las recomendaciones del supervisor en esta materia. En 2004 quedó constituido con 32 cajas rurales como accionistas y en 2015 se produjo la incorporación de los primeros inversores privados no cooperativos. En lo que se refiere a Generali, que es un socio estratégico de Cajamar en el negocio de bancaseguros, finalmente optamos, de común acuerdo, no materializar en este momento su entrada como accionista. No tenemos prisa alguna porque el BCC cumple los requerimientos de capital exigidos y por tanto no tiene necesidades que cubrir a corto plazo.
Mientras las demás entidades financieras reducen oficinas y personal, Cajamar actúa de modo contrario. ¿Piensan extender su red de oficinas a todo el territorio nacional?
Cajamar también está integrando oficinas, sobre todo allí donde cuenta con una red más tupida, en sus provincias de origen (Almería, Málaga, Valencia, Castellón, Murcia, Valladolid), si bien es cierto que aspiramos a ser una entidad con implantación nacional y, por tanto, tenemos que seguir abriendo allí donde tenemos menos presencia. El año pasado fueron 15 oficinas y este año serán otras 8-10 nuevas sucursales, igual que las que tenemos previstas para 2017. El País Vasco es la única comunidad autónoma en la que aún no estamos presentes.
"Cajamar tiene y tendrá su sede social en Almería, donde trabajamos directamente unas 2.400 personas"
El Banco de Crédito Cooperativo (BCC), que actúa como cabecera del grupo y que controla, por tanto, Cajamar, tiene su domicilio social en Madrid. ¿Qué ha impedido que se establezca en Almería?
Cajamar tiene y tendrá su sede social en Almería, donde trabajamos directamente unas 2.400 personas (1.500 en las oficinas, la dirección territorial de Cajamar y los servicios centrales del BCC, y unas 900 en empresas participadas que se encuentran el PITA, así como en la estación experimental de El Ejido). Ahora bien, para el mejor desarrollo de su actividad, nuestra entidad ha promovido y participa en otras sociedades instrumentales, algunas de las cuales tienen su sede en Madrid. En su día se consideró que es más adecuado que el BCC tenga su sede en la capital de España, puesto que actúa como cabecera de nuestro grupo nacional y aspira a vertebrar el sector de las cajas rurales de nuestro país. En resumen, Cajamar tiene su sede en Almería y desde aquí, siendo propietaria del 85 % de su capital, ejerce el control sobre el BCC, que tiene su sede en Madrid.
En una reciente conferencia ha manifestado que las puertas de Cajamar están abiertas a nuevas integraciones de otras cajas rurales siempre que vengan saneadas. ¿Hay abiertas conversaciones con alguna caja rural para su integración en el grupo Cajamar?
No. En este momento no hay conversaciones con otras cajas rurales. Estamos centrados en nuestro propio crecimiento orgánico. Lo que no quiere decir que, antes o después, se deberá hacer frente a la reestructuración del sector de las cooperativas de crédito, una tarea que el Gobierno sigue teniendo pendiente para concluir con la reestructuración del sistema financiero español. El nuevo Ejecutivo deberá decidir si es o no una prioridad en el actual escenario.
"Cajamar cuenta en Almería con una cuota de mercado del 50 %, algo que no sucede con ninguna otra entidad en ninguna otra provincia española"
¿Por qué siguen siendo tan malas las relaciones entre el Grupo Cajamar y el Grupo Caja Rural? El último episodio de discrepancia lo hemos visto en la firma del convenio. ¿Seis meses después de su toma de posesión no se ha avanzado nada para la normalización de las relaciones?
Cajamar comparte la misma “misión”, principios y valores que las demás cajas rurales españolas. Pero no compartimos la misma “visión” de cómo actuar. Y es precisamente la “visión” sobre cómo desarrollar nuestra actividad la que ha hecho grande a Cajamar. Una entidad que abrió su primera oficina en 1966 (acabamos de cumplir 50 años), que en 1984 ya era la primera caja rural española y en 1989 la primera entidad financiera de Almería (donde hoy cuenta con una cuota de mercado del 50 %, algo que no sucede con ninguna otra entidad en ninguna otra provincia española); y que desde 2013, por su tamaño y volumen de activos, es la única caja rural que ha logrado formar parte del grupo de las 14 entidades significativas del sistema financiero español.
"En nuestro modelo es posible la coexistencia de entidades individuales que se ocupan de la gestión y la atención directa con sus clientes" (Foto: La Opinión de Almería) |
Las cooperativas de crédito siguen ajenas al proceso de reestructuración del sector. La UE y el Gobierno español no esconden su deseo de que todas las entidades se conviertan en sociedades anónimas. ¿Cree que el nuevo Gobierno respetará el status jurídico de las cajas rurales?
Estamos a la espera de que se revise la normativa legal que regula la actividad de las cooperativas de crédito españolas, que data de 1989, pero eso no quiere decir que esté en entredicho su estatus jurídico. En Europa hay grandes bancos cooperativos de referencia internacional, como en Holanda o Alemania, que no son S.A. No obstante, la normativa española habrá de adaptarse a la legislación europea, pues estamos en la Unión Bancaria Europea y la supervisión debe aplicarse de manera homogénea en todos los países. Dicho esto, en Cajamar defendemos la singularidad de las cooperativas de crédito, y al tiempo las ventajas de unirnos en un gran grupo financiero cooperativo, como acaba de suceder en Holanda. En nuestro modelo es posible la coexistencia de entidades individuales que se ocupan de la gestión y la atención directa con sus clientes, y la integración en un gran grupo donde se pone en común el negocio y se mutualizan los beneficios.
"Nuestro propósito es cobrar lo menos posible por comisiones de servicio"
Cajamar se ha caracterizado por su ‘generosidad’ a la hora de no cobrar comisiones. “Nosotros bonificamos por lo que otros cobran”, llegaron a publicitar. Esta peculiaridad ha desaparecido, con el natural desagrado de sus clientes. ¿Es inevitable que Cajamar cobre ahora “por todo”?
En un escenario como el actual, con tipos de interés al 0 % y márgenes en mínimos históricos, es muy difícil generar los ingresos necesarios para cubrir el coste de funcionamiento. Ello nos ha llevado a todas las entidades a cambiar el enfoque de nuestro modelo de negocio tradicional. En Cajamar nuestro propósito es cobrar lo menos posible por comisiones de servicio. Pero la situación del mercado es la que es. Hoy en día es inevitable cobrar comisiones, si bien nuestros socios vinculados están exentos de ellas.
Para disponer de cuentas sin comisiones de mantenimiento sus oficinas ofrecen la suscripción de participaciones de Cajamar. ¿Deben los ahorradores considerar esta inversión como totalmente líquida y con la rentabilidad garantizada?
Cajamar es una cooperativa de crédito y su objetivo social es prestar servicio financiero a sus socios. Un cliente que no es socio de nuestra cooperativa no puede optar a beneficiarse de las mismas condiciones que quienes sí lo son. De ahí que, cuando nos pregunta un cliente no socio, se le explica que para acceder a las condiciones más ventajosas debe hacerse socio y mantener una vinculación determinada. Se puede ser socio de Cajamar con una aportación de 61 euros, pero para disfrutar de las mejores condiciones (exentas de comisiones, etc.) se deben suscribir unos 1.000 euros. Respecto a la segunda parte de su pregunta, no se pueden confundir las aportaciones al capital social de una cooperativa de crédito con un producto de ahorro e inversión. No es lo mismo. El capital social debe ser estable y duradero, porque de ello depende la estabilidad y la solvencia de la cooperativa. No es un producto para invertir, comprar y vender todos los días. Ahora bien, las participaciones de Cajamar son totalmente reembolsables cuando el socio lo solicita, de acuerdo con el procedimiento determinado en los estatutos sociales. Pero, insisto, la finalidad del capital social no es la de un depósito o cualquier otro producto de inversión.
"Cajamar no ha recibido ayudas públicas para capitalizarse y sanearse ni ha tenido que ceder activos a la SAREB ('banco malo')"
Uno de los mayores lastres de las cuentas de Cajamar han sido en los últimos años sus altas tasas de morosidad, que han llegado a rondar el 17 %. ¿Está actualmente controlada la morosidad?
Así es. Nuestra morosidad llegó a ser superior a ese porcentaje a raíz de acometer la fusión de Ruralcaja en 2013 y tener que hacer frente a su situación. Ahora está en torno al 13 %, tras haber bajado más de 2,5 puntos en este último ejercicio. El hecho de que Cajamar esté tardando más que otras en recuperar la normalidad se debe a que lo estamos haciendo todo por nuestra gestión directa. Así, de igual modo que Cajamar no ha recibido ayudas públicas para capitalizarse y sanearse, tampoco ha tenido que ceder ni un solo activo a la SAREB, a diferencia de otras entidades que han limpiado su balance y mejorado su morosidad cediendo sus activos dañados al llamado “banco malo”.
"Tenemos cubiertas sobradamente las exigencias de solvencia del supervisor europeo" (Foto: La Opinión de Almería) |
Se oyen voces en el sentido de que la crisis del sector financiero aún no ha llegado a su final. ¿Son necesarias nuevas fusiones?
A la vista está que hay algunas ya en marcha. En lo que se refiere a las cajas rurales, no le quepa duda, también habrá más fusiones antes o después. No ya como resultado de la reestructuración pendiente sino para afrontar los nuevos retos y desafíos: la transformación digital, los nuevos modelos de negocio, etc.
"Tenemos un nivel confortable de solvencia y mejora en la calidad de los recursos propios"
Cajamar es uno de los catorce grupos bancarios españoles supervisados por la Unión Europea. ¿Se puede afirmar que tienen cubiertas las exigencias de solvencia?
Sí, desde luego. Sobradamente. Disponemos de una adecuada posición de liquidez, con vencimientos cubiertos durante los próximos años, alta capacidad de emisión de cédulas, altos volúmenes de títulos descontables ante el BCE y cumplimiento holgado de los nuevos ratios de liquidez. Tenemos un nivel confortable de solvencia y mejora en la calidad de los recursos propios, con un coeficiente de solvencia del 11,58 % y un CET1 del 11,40 %, por encima de los niveles mínimos exigidos.
En una anterior pregunta nos hemos referido al tema de las comisiones. Se dice que está próximo el día en el que los bancos cobren a sus clientes por tener allí depositados sus ahorros. ¿Llegará ese día?
Ya ha llegado. En varios países europeos ya ocurre, especialmente con clientes que son personas jurídicas. Desde luego, no es el propósito de Cajamar.
El ahorrador clásico, del que Cajamar tiene muchos, ha suscrito tradicionalmente plazos fijos. Ahora, con los bajos tipos de interés, las IPF han perdido atractivo y las entidades están ofreciendo fondos de inversión. ¿Están las oficinas de Cajamar preparadas para ofrecer a estos clientes el asesoramiento adecuado?
Por supuesto. En nuestra red comercial contamos con profesionales cualificados para asesorar a nuestros clientes, que realizan cursos de formación y actualización periódicos para obtener y mantener la certificación que les acredita. De otra parte, Cajamar cuenta con un socio estratégico para la comercialización de fondos de inversión: TREA Capital, una entidad independiente de gestión de activos con capacidades de inversión tanto en el universo tradicional como alternativo. De modo que nuestros clientes se benefician de la gestión diaria de los profesionales de Cajamar, labor que se complementa con el diseño de nuevos productos específicos que realiza TREA dependiendo de la evolución del mercado.
"Uno de cada cuatro clientes opera ya habitualmente a través de nuestra banca electrónica"
La banca virtual gana cada día terreno a la banca convencional. Cajamar fue pionera en el uso de banca electrónica. ¿Qué volumen de operaciones de Cajamar se hace ahora de forma presencial y por banca a distancia?
Es cierto que cada vez se percibe menor afluencia de clientes a nuestras oficinas para hacer operaciones habituales. Uno de cada cuatro clientes opera ya habitualmente a través de nuestra banca electrónica, y más de 300.000 disponen también de banca móvil. En pocos años el modelo de negocio de la banca ha cambiado mucho, y en los próximos dos o tres años cambiará aun más. Nuestra banca electrónica se encuentra en el Top-5 nacional, es decir, es valorada como una de las cinco mejores de España.
"Los socios de Cajamar no demandan dividendos, sino recibir servicio financiero en las mejores condiciones"
Los pueblos pequeños de Almería encuentran cada vez más dificultad para mantener una oficina bancaria. ¿Cajamar puede sacrificar en algunos casos la rentabilidad por el servicio al ciudadano o este proceso de reducción de oficinas es irreversible?
Como cooperativa de crédito, consideramos un valor la proximidad y la cercanía a nuestros socios y clientes, y así lo defendemos ante las autoridades supervisoras, que siguen considerando que España tiene un exceso de capacidad y por tanto debe reducirla. Los socios de las cooperativas de crédito no demandan dividendos, sino recibir servicio financiero en las mejores condiciones. Ahora bien, dicho esto, estamos ya ante una nueva realidad: cada vez son más los clientes, especialmente los jóvenes, que no demandan oficinas sino tecnología. El futuro de las entidades financieras, y su cercanía con el cliente, no dependerá tanto del número de oficinas como de la transformación digital, de adaptarse a las crecientes demandas de acceso a banca digital y canales móviles de las nuevas generaciones. Eso ya es también un hecho irreversible.