El (gran) botín de David Bisbal gracias a 'Operación Triunfo'

Ana Sánchez Juárez
Periodista de Vanitatis

Hace quince años que un formato televisivo musical hermanaba (visto lo visto de por vida) a 16 concursantes anónimos y se convertía en todo un fenómeno de masas en España. David Bisbal Ferre (Almería, 1979) es el que mejor ha sabido sacar partido de ser finalista con un 20,9% de los votos ese 12 de febrero de 2002, ante la friolera de 13 millones de espectadores (su concierto de reencuentro del pasado lunes lo vieron 4.149.000 espectadores). 

Actualmente sus ventas mundiales (las de Bisbal) se estiman en seis millones de copias (discos, recopilatorios y grabaciones en directo). Según acreditan los productores de Música de España (Promusicae), el almeriense atesora 48 discos de platino por ventas, de los cuales 34 corresponden a álbumes de estudio con ventas de más de tres millones de unidades. Igualmente atesora un jugoso patrimonio inmobiliario que gestiona a través de su empresa Indaloviviendas SL y los beneficios de la música con Indalo Música SL. Siempre se ha dicho que el intérprete de Bulería, Ave María o Mi princesa es una máquina de hacer dinero y que con su peculiar giro que acompasaba al movimiento de sus ricitos de oro hacía 'chas' y todo lo convertía en oro. ¿Qué hay de cierto?

David Bisbal, con su novia, la actriz venezolana Rosanna Zanetti

Este joven almeriense que abandonó los estudios, trabajaba en un vivero y hacía sus bolos en la orquesta Expresiones -donde su caché era de 120 euros por actuación- es el triunfito que mayor fortuna atesora. Sin embargo, las dos empresas de las que es administrador único el intérprete de Ave María arrojan pérdidas en el último balance de cuentas presentado en el registro mercantil. Pero vayamos por partes.

Bisbal siempre tuvo claro que para gestionar su fortuna debía invertir en propiedades inmobiliarias. En mayo de 2002, apenas dos meses después de cerrar la academia de OT que le lanzó a la fama, abre su sociedad David Bisbal SL, de la que es administrador único y que luego será Indalo Música SL y Indaloviviendas SL, siendo esta última su sociedad matriz. Bisbal, asesorado por el abogado almeriense Javier Álvarez Mateos, lo primero que hace es cancelar su hipoteca de su piso en el Barrio Alto de Almería, una modesta vivienda de 78 metros cuadrados útiles y tres dormitorios que estaba pagando con sus bolos musicales. En esta calle posteriormente adquirirá a nombre de su sociedad dos plazas de garaje para comodidad de sus padres que residen en la vivienda.

Bisbal comienza a atesorar éxitos con su primer disco Corazón latino y su actividad hace que el patrimonio de sus sociedades crezca. En noviembre de 2004 consigue su segundo disco de platino con Bulería. El balance de Indaloviviendas SL muestra un valor aproximado para la empresa de un millón de euros y un activo total de 1.488.745 euros. Su caché, según su compañía Vale Music, era entonces de 90.000 euros.

Indaloviviendas fue creciendo a la par que su fama. En la sede social de la empresa, la calle Martínez Campos, adquiere -según la información del Registro de la Propiedad- un sótano de 365,83 metros valorado en 350.000 euros. El objeto del mismo son aparcamientos (15). En la misma calle, la sociedad se hace con un ático de 110 metros cuadrados que alcanza los 360.000 euros, dependiendo, eso sí, en el caso de estar en venta, de que la mitomanía del comprador pujase al alza.

Bisbal, que por esa fecha aún es novio de Chenoa -permítanme aquí una nula mención al fenómeno 'cobra' de la pareja en su última aparición televisiva-, adquiere a través de su sociedad un bungaló en un barrio alejado del centro de Almería: Castell del Rey. En esta zona con nombre catalán el artista disfruta de unas impresionantes vistas del Cabo de Gata, el Mediterráneo, y se atisba parte del municipio de Roquetas de Mar, donde su empresa en 2005 adquirirá un solar de 1.037 metros cuadrados del mismo Ayuntamiento por el que pagó cerca de 800.000 euros. 

Al ático de Almería y el bungaló se le añaden dos apartamentos de 75 metros cuadrados en la privilegiada localidad de la Isleta del Moro, en el Parque Natural de Cabo de Gata. David convierte su tierra natal en escenario de sus videoclips, con lo que la (gran) inversión en su propia ciudad no se le puede reprochar al cantante, que puso el nombre de Almería internacionalmente en el mapa. El resultado: al menos cinco casas en Almería y provincia, sin contar garajes ni trasteros.

Con una proyección en América cada vez más fuerte y coincidiendo con su nueva relación con Elena Tablada, la madre de su única hija, Ella, adquiere una propiedad en Miami, donde su nueva pareja tiene también familia. La sociedad del cantante se hizo con un gran apartamento de lujo en Collins Avenue. El piso tiene 500 metros cuadrados y le costó 708.333 euros. La pareja vive en Madrid en una mansión en Ciudalcampo, una urbanización que pertenece al municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes y que está a nombre de la sociedad de Bisbal. Ciudalcampo tiene un excepcional emplazamiento dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. La imponente casa en la calle Níger supera en el mercado actualmente el millón y medio de euros. A las cinco casas en Almería sumanos dos de Miami y Ciudalcampo.

En el año 2012 Bisbal y Tablada rompen su relación. El Registro de la Propiedad refleja el resultado de esta ruptura: la compra de una casa de 102,95 m2 metros cuadrados útiles, una terraza de 34,50 m2, tres dormitorios y dos plazas de garaje en el elitista barrio de La Moraleja, en Alcobendas, para que resida Tablada con la hija de ambos. Elena tiene además la sede social de su empresa de complementos en esta vivienda que se compró en su día por 600.000 euros. David Bisbal tiene muy pocas propiedades a su nombre. Figura este piso, sus garajes y el primigenio de Almería. Bisbal no quiso meter a su ex en los activos de sus empresas, pero fue muy generoso con ella y le buscó este privilegiado hogar cerca del de la madre de Tablada. Y con esta suman ocho propiedades.
(Publicado en Vanitatis. Autorizada su reproducción por La Opinión de Almería. Para leer el artículo original pinche aquí).