Hasta siempre, Cristina

David Moreno
Dando la Nota

Conozco a alguien que seguro hoy te llorará… me lo acabo de cruzar por la calle, recién salido de casa, iba fumando, con su cazadora verde, hablando con su amiga… he preferido bajar la cabeza, no saludarle, no quería darle la mala noticia. Hoy es sin duda un día horrible: Trump gana su puesto en la Casa Blanca y muere parte de la historia de la tele, el espectáculo y la cultura (aunque a algunos les pese) en España.

La Veneno

Era polémica, divertida y cargaba con el drama a sus espaldas desde prácticamente el momento en el que llegó al mundo. Lo hizo en el cuerpo equivocado y probablemente en un pueblo y con una familia también equivocados, o cuanto menos (por lo que ella contaba) demasiado confundidos. Lejos de recordarla como la caricatura de lo que un día fue, me gustaría rendirle desde aquí un homenaje por los buenos momentos televisivos que nos ha dado.

Por hacernos reír contando hasta sus más turbios dramas. Por ser honesta, sincera y siempre amable cuando te la cruzabas por la calle. Por ser un ángel desubicado en una sociedad que no la supo entender. Por encontrar un hueco en el humor y en nuestros, a veces, gélidos corazones.

Hoy el veneno de su picadura duele, duele a rabiar. Duele porque sé que detrás de la silicona, el maquillaje, las pelucas y la lentejuela, había una persona con alma de vedette a la que, por otro lado, hoy no le hubiese gustado levantarse y leer los titulares de la prensa.

Ahora sí, descansa en paz Cristina. Hasta siempre y gracias por las risas. Sin ellas, la vida nunca tiene sentido. Sin ti, la tele en España habría sido un sinsentido.