Lucía Ayala
Diputada de Podemos en el Parlamento de Andalucía
Almería vuelve a aparecer en la televisión asociada a supuestos delitos de corrupción y enriquecimiento privado a costa de lo público, algo que daña gravemente nuestra economía y la propia imagen de esta tierra. La investigación sobre Gabriel Amat afecta a un entramado societario compuesto por más de un centenar de empresas a través de las cuales otorgó supuestamente contratos de dudosa legalidad a sus propios familiares. De hecho, un total de 53 personas pertenecientes a esta red tienen lazos familiares con Amat.
Gabriel Amat |
Ell PP debería haber apartado a Amat hace mucho tiempo por representar un lamentable ejemplo de la cultura del pelotazo, la gestión dudosa y la impunidad. Pese a ello, el PP insiste en mantener a sus cargos con investigaciones judiciales abiertas, como ocurriera con el exalcalde de Granada, que tuvo que ser depuesto mediante moción de censura. Esto no puede seguir así. Moreno Bonilla debe saber imponerse en su organización y apartar de sus cargos públicos a las personas que ensucian la imagen de Almería.
También hay que mostrarse crítica con los dirigentes del PSOE de Almería por su tibieza durante décadas de una más que cuestionable gestión de Gabriel Amat, a tenor de las investigaciones judiciales. Por ello, pedimos a los representantes de todas las formaciones políticas que se muestren duros e intolerantes con posibles casos de corrupción y con aquellos que usan las administraciones para beneficiar a sus allegados.
Ojalá los dirigentes del PSOE de Almería Sonia Ferrer y José Luis Sánchez Teruel hubieran sido tan contundentes pidiendo la dimisión de Gabriel Amat cuando se conocieron las primeras investigaciones judiciales como lo fueron exigiendo la cabeza de Pedro Sánchez para que gobernara Rajoy.